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Cómo deben abordar los gobiernos la actual crisis migratoria regional

El presidente de México convocó a una reunión de cancilleres para abordar el tema, pero anteriores citas no han dado resultado.

Personal del Instituto Guatemalteco de Migración participan de un operativo para detectar a extranjeros que ingresaron sin autorización. (Foto Prensa Libre: IGM)

Personal del Instituto Guatemalteco de Migración participan de un operativo para detectar a extranjeros que ingresaron sin autorización. (Foto Prensa Libre: IGM)

La migración atraviesa por estos días uno de sus episodios más críticos en Latinoamérica con miles de personas que a diario se movilizan a EE. UU. desde todas partes del continente.

Solo por la frontera del Darién, el Servicio Nacional de Migración de Panamá reporta que 333 mil personas habían ingresado a ese país de enero a agosto de este año, un incremento del 34%, en relación con el 2023, cuando aún falta un cuatrimestre por contabilizar.

La mayoría son venezolanos que huyen de la crisis política y económica que se vive desde hace años en aquel país. La migración en principio se dirigía hacia Colombia, pero después de la pandemia comenzó a hacerlo a EE. UU.

Según cálculos de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) unos 7.7 millones de venezolanos se han visto obligados a migrar en los últimos años. Solo EE. UU. reporta la llegada a su frontera de más de medio millón, entre 2021 y 2023.

La migración de desde Sudamérica está provocando crisis humanitarias, no solo en Panamá, sino en el resto de Centroamérica. Costa Rica declaró recientemente emergencia nacional, mientras que, en países como Honduras y México se han observado escenas penosas de migrantes durmiendo a la intemperie y con múltiples precariedades.

Estadísticas

En Guatemala, ahora es usual ver en las calles de la capital a extranjeros, muchos en familia, pidiendo limosna. Esquipulas se ha visto desbordada de migrantes desde hace varias semanas.

Pero los números no cuadran. De más de 300 mil que han cruzado desde Sudamérica a Centroamérica, el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) solo ha localizado a poco más de 17 mil, quienes fueron expulsados por ingresar a Guatemala sin autorización.

En comunicación con Prensa Libre, la institución indicó que tienen información de que muchos migrantes son trasladados por estructuras criminales que se dedican al tráfico ilícito de personas, para lo cual utilizan rutas y vías alternas a las que monitorean las autoridades, o donde hacen operativos.

Asegura que las organizaciones criminales “ya están siendo perseguidas por las autoridades correspondientes”.

De esa forma, miles de migrantes transita el país por sus propios medios y en medio de precariedades. Otros permanecen un tiempo y tratan de ganar algún dinero para continuar su ruta y se ven expuestos a abusos y a ser víctimas de la delincuencia.

Medidas urgentes

Especialistas en el tema migratorio coinciden en que espacios como la cumbre convocada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, deben definir con claridad acciones a seguir y priorizar la atención humanitaria.

Danilo Rivera, integrante del Grupo articulador de la sociedad civil en materia migratoria, expuso que los cancilleres podrían generar a través de organismos como Naciones Unidas más apoyo para la atención humanitaria en los países de tránsito y promover que se agilicen los trámites, requisitos y permisos para que una persona pueda migrar de forma regular.

En el caso de México y Guatemala indicó que ambos gobiernos tienen que atender los que sucede en sus fronteras donde la guerra entre carteles del narcotráfico hace que estos cada vez ocupen más territorio y pone en riesgo a los migrantes.

Además, señaló, los países tienen que fortalecer la negociación con EE. UU. a modo de que este pueda facilitar más permisos de trabajo temporal ya que ese país tiene déficit de trabajadores en ciertas áreas.

Rosario Martínez, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) destacó que los países convocados por López Obrador son firmantes del Pacto Global para las Migración, una guía para que los gobiernos garanticen el “respeto efectivo, la protección y el cumplimiento de los derechos humanos de todos los migrantes, independientemente de su situación migratoria”.

Subrayó que solo por la frontera de Aguas Calientes, en Esquipulas, Chiquimula, ingresan casi tres mil migrantes a diario, de manera irregular, entre los que se cuenta mucha población vulnerable.

Martínez aseveró que estas personas son atendidas por casas del migrante y otras oenegés, quienes les dan alimentación, alojamiento por un día y atención médica y psicológica, una función que deberían cumplir los estados.

Muchos migrantes son captados en buses del servicio extraurbano mientras avanzaban en su ruta migratoria. (Foto Prensa Libre: IGM)

Asimismo, criticó el abordaje que se hace de la problemática, desde la óptica de la soberanía y seguridad, ya que la historia ha demostrado que las medidas coercitivas no inhiben la migración, y solo benefician a “una gran industria de narcotráfico y del coyotaje”.

A más largo plazo

El director ejecutivo de la organización América sin Muros, Bernardo Méndez Lugo, dijo que los gobiernos deben adoptar el compromiso de crear políticas públicas que propicien el arraigo, a través de aumentar los recursos a la agricultura, emprendimientos y la seguridad.

Además, la cooperación internacional de entes como Usaid (Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional, en inglés) deben “hacer un mayor esfuerzo en desarrollo sustentable con empleos dignos” en la región.

El también exdiplomático mexicano considera “imperdonable” que EE. UU. gaste más de US$100 mil millones en la guerra en Ucrania y no invierta en sus vecinos ni siquiera el 10% de esa cifra.

Agregó que la crisis “tiene varios años”, pero que “ha ido creciendo” y ahora es multidimensional. La actual emergencia, prosiguió, se genera porque los problemas estructurales de los países siguen sin resolverse a lo que se agregan la falsa expectativa que construyen las organizaciones delictivas que trafican con migrantes de que “serán acogidos y bien recibidos” en EE. UU.

Migrantes mientras cruzan el río Turquesa, en Darién (Panamá). Más de 300 mil se han internado este año en la peligrosa selva entre Colombia y Panamá. (Foto Prensa Libre. EFE)

Méndez Lugo añadió que el nivel educativo de las personas que migran por lo regular es bajo por lo que no distinguen la verdadera situación en la frontera sur de EE. UU. y caen presa de los traficantes y de la delincuencia organizada que los convierte en peones de los carteles de drogas para acercarse a la frontera norte de México.

“La mayoría sufre un infierno mexicano” y al llegar a EE. UU. viven una pesadilla adicional al darse cuenta de que el 80% o más no califica para obtener asilo o refugio, remarcó.

Preocupación

El IGM precisó que en las últimas semanas se ha evidenciado un incremento de la migración irregular por Guatemala, lo cual es “preocupante, por las condiciones humanitarias en las que migran” y “las condiciones peligrosas que enfrentan en el trayecto”.

“En el caso de Guatemala se trabaja en la regularización de la migración, ya que toda persona que desee ingresar al país debe cumplir con los requisitos establecidos de ingreso, tránsito y permanencia”.

Ante un posible aumento de los flujos, añadió que trabajan con el Ejército, la Policía Nacional Civil y organismo internacionales para “atender la problemática”.

Migrantes comparten alimentos en un campamento improvisado en Tapachula, Chiapas (México), ante la saturación de albergues. (Foto Prensa Libre: EFE)

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