Los números son más dramáticos cuando se comparan con los del 2016, último año del gobierno de Barack Obama, cuando en esos cinco meses se reportaron 12 mil 805 deportados, casi el 100 por ciento menos.
La cantidad de repatriados ha subido gradualmente desde enero pasado, cuando se contabilizaron cuatro mil 74, hasta llegar a los cinco mil 897 registrados en mayo. De continuar la tendencia, podría superarse la cifra récord del año pasado que fue de 51 mil 376 retornos, y acercarse a las 60 mil deportaciones.
La portavoz de Migración, Alejandra Mena, indicó que este año el número de vuelos con deportados fluctúa entre 10 y 12 por semana, solo para el jueves próximo se espera el arribo de cinco, mientras que hasta mayo pasado se contabilizaban 213.
Causas estructurales
El analista y exvicecanciller Erick Maldonado expuso que el aumento de las deportaciones es el reflejo del incremento de la migración irregular, que se produce pese a las restricciones y advertencias del gobierno de Trump, porque las causas estructurales, como la violencia y el deterioro de la economía se han agudizado.
Maldonado lamentó que dentro de las prioridades del gobierno de Jimmy Morales no estén los migrantes, y en cambio el Ejecutivo “baja la vista y tiene una posición entreguista” con EE. UU., que incluso estaría en disposición de permitir el ingreso de tropas norteamericanas para contener la migración.
“Puede haber políticas migratorias tendientes a fortalecer las fronteras y desincentivar la migración, pero mientras las causas estructurales de esta se mantengan no habrá ningún disuasivo que las detenga”, enfatizó el experto.
Precisó que las condiciones socioeconómicas del país se han deteriorado porque “ha existido desde el Ejecutivo una tendencia a debilitar la institucionalidad y el estado de derecho”, a esto se añade que la corrupción también impacta en la estabilidad de la nación.
El sacerdote Juan Luis Carbajal, secretario ejecutivo de la Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia Católica, coincidió en que los migrantes no han sido parte de la agenda del gobierno y “no hay una política migratoria”, sino un discurso muy ambiguo de parte del Estado.
“Tenemos una comisión del Migrante en el Congreso, y una Conamigua ¿Qué han hecho?, si solo se dedican a hacer visitas —al extranjero—”, cuestionó Carbajal, quien también duda de que las migraciones estén dentro de los planes de los candidatos a la presidencia.
Persecución
Mientras, en EE. UU. la situación también se torna oscura. Los migrantes guatemaltecos que radican en ese país, afirman que ha aumentado la persecución.
“Están ubicando a las personas, se les detiene y luego se les traslada de cárcel en cárcel para que no sea fácil que un familiar los libere”, afirmó Guillermo Castillo, guatemalteco que labora para una oficina de abogados en Kentucky.
Añadió que los casos de asilo están siendo rechazados en las cortes con mucha más frecuencia que antes y aunque muchos migrantes apelan “rara vez se gana el caso”, por lo cual las deportaciones desde EE. UU. aumentarán en los próximos cinco años.
Situación empeora
Los expertos en migración coinciden en que la condiciones en el país han empeorado y por lo tanto obligado a muchos guatemaltecos a buscar mejores condiciones de vida.
Y las cifras lo comprueban.
El Banco de Guatemala (Banguat), por ejemplo, reporta una reducción de la inversión extranjera directa que pasó de US$1 mil 388 millones en el 2014 a US$1 mil 31 millones el año pasado, lo cual explicaría la reducción de fuentes de empleo.
Además, la inversión neta del Gobierno en proyectos como carreteras, hospitales y centros de Salud también cayó desde el 2014 al 2019 y pasó de Q7 mil 882 millones a Q6 mil 794 millones, Q1 mil 88 millones menos, lo que revela el difícil acceso a servicios públicos de la población.
Por si eso fuera poco, la vida se ha encarecido. Mientras la tasa de inflación en el 2014 cerró en 2.95% y en el 2015 en 3.07%., al 30 de abril de este año se ubicaba en 4.75%, cerrando con una tendencia al alza que comenzó desde noviembre del año pasado.
También desde México
En tanto las deportaciones de centroamericanos desde México también van al alza, y aunque autoridades de ese país han descartado que, en obediencia a Trump, el país se haya convertido en un muro de contención para los migrantes, lo cierto es que de enero a mayo miles han sido detenidos y retornados, principalmente a Guatemala, El Salvador y Honduras, aunque también muchos a Nicaragua.
Según datos del INM de este año, hasta el 27 de mayo fueron deportados desde México 49 mil 297 centroamericanos, la mayoría; 27 mil 580 hondureños, 15 mil 822 guatemaltecos, cinco mil 146 salvadoreños y 739 nicaragüenses.
Aunque a finales del mes pasado, el embajador de México en Guatemala, Luis Manuel López, afirmó que el gobierno de su país no hace “ningún trabajo de contención”, este año se han incrementado las detenciones vertiginosamente, al mismo tiempo que Trump ha advertido seriamente a su vecino del sur que tomará medidas por no ser capaz de detener la migración de centroamericanos.
De hecho, la semana pasada el mandatario estadounidense anunció la imposición de un arancel del cinco por ciento a los productos mexicanos que se comercialicen en Estados Unidos por la incapacidad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de detener migrantes.
En los primeros cinco meses del año, México detuvo a ocho mil 392 ciudadanos de Centroamérica más que en el mismo periodo del año pasado. Al igual que desde EE. UU., las deportaciones se incrementaron gradualmente; así, mientras en enero retornaron a cinco mil 641 personas, para mayo, a falta de contabilizar los últimos cuatro días del mes, se registraron 12 mil 795 deportaciones.
Situación empeorará
Para Maldonado las deportaciones desde México podrían incrementarse debido a las amenazas reiteradas de Trump para que ese país detenga las migraciones.
“México hace el trabajo sucio a Estados Unidos en su frontera sur al detener el mayor número de centroamericanos. Aunque la política del presidente López Obrador es más flexible y humana todavía se mantiene prácticas del gobierno de Enrique Peña Nieto”, expuso el analista.
Carbajal, por su parte, considera que el mandatario mexicano da un mensaje ambiguo puesto que, mientras habla de un trato humanitario hacia los migrantes cierran la frontera sur y tiene a nuevos cuerpos policiales en tareas migratorias lo cual es un “doble discurso”.
“En la región, los países creen que con soldados y militares van a acabar con las migraciones, pero las caravanas continúan. Creen que con ayuda militar de Estados Unidos se van a detener”, pero la realidad dice lo contrario, precisó el sacerdote.
Postura
La portavoz de la cancillería Marta Larra aseguró que el tema migrante sí ha sido prioridad del gobierno, y como ejemplo citó ahora los pasaportes a los migrantes en EE. UUL. Se extienden “en el momento” en siete centros de impresión.
Añadió que se han fortalecido los consulados con personal administrativo y se han abierto más de estas sedes. También que se ha solicitado a los gobiernos de EE. UU. y México las investigaciones respectivas cuando ha muerto algún migrante.
“Se han hecho visitas y se han acompañado los procesos de casos vulnerables y se ha mantenido comunicación con gobiernos para fortalecer el apoyo que se da. Hemos tenido acercamientos con Estados Unidos y México; y, en donde ha habido víctimas, se ha pedido el esclarecimiento y acompañado a familias, así como se ha dado asesoría legal”, puntualizó Larra.
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