En una conferencia de prensa, Verzeletti lamentó que los ministros y secretarios de Gobernación de Guatemala, Honduras y El Salvador utilicen un “lenguaje despectivo hacia sus connacionales” y que con los acuerdos impuestos por EE.UU. quieran desconocer el convenio centroamericano de libre movilidad, conocido como CA-4, firmado también por Nicaragua en 2006.
Además, detalló a la Agencia EFE que con la política estadounidense “no se ve ninguna posibilidad para que las personas soliciten refugio” en el país norteamericano y, al contrario, “los condena a permanecer en Centroamérica”, lo cual “viola los derechos humanos de las personas”.
El Triángulo Norte de Centroamérica es “una jaula impuesta” de la que es “imposible salir”, pronunció el padre scalabriniano de 58 años nacido en Río Grande del Sur, en Brasil.
Además, Verzeletti criticó la militarización de las fronteras, pues se trata de una medida que delata a los países por carecer de la “voluntad de construir políticas públicas para desarrollar al país”.
Gobiernos
Los ministros del Interior reproducen el “discurso xenofóbico y racista del presidente estadounidense Donald Trump”, dijo y agregó que los tres presidentes -Jimmy Morales, Juan Orlando Hernández y Nayib Bukele- “están condenando cada vez más la libre circulación para complacer a Trump”.
En los casi nueve meses que han transcurrido de 2019 ha habido “más de 187 mil deportados por las restricciones violatorias a los migrantes”, lamentó.
El futuro para Guatemala “es más de lo mismo”, señaló Verzeletti acerca del cambio de Gobierno el próximo 14 de enero, cuando asuma el presidente electo Alejandro Giammattei, pues “conocemos su trayectoria política de muchos años”, sin propuesta de “políticas claras para el país, como un bateador sin proyección”.
La línea de Giammattei, subrayó Verzeletti, “es la del conservadurismo centroamericano, de estar al servicio del capital nacional y trasnacional al sistema de mercado neoliberal”.
Es una “caída” cada vez “más profunda” a la “extrema derecha”, advirtió, por lo que “no existe la voluntad política en el horizonte para hacer cambios estructurales radicales” que fomenten la reducción de la migración con mejores condiciones de vida en los tres países.
Estos gobiernos del Triángulo Norte de Centroamérica “dan aspirinas a personas con problemas de presión alta”, por lo que “lamentablemente seguimos siendo pacientes de un modelo económico neoliberal incapaz”.
Junto al padre Verzeletti se encontraban misioneros del centro San Carlos scalabriniano, representantes de otras casas de migrantes, congregaciones religiosas y la Procuraduría de los Derechos Humanos, quienes celebraban el vigésimo quinto festival de la migración y la paz, que la Casa del Migrante de Guatemala desarrolla año a año para “mostrar la solidaridad y unidad”.
En la actividad “no promovemos muros, sino puentes de unidad”, concluyó el líder religioso.
Contenido relacionado:
Producción nacional de maíz está amenazada por incontrolable contrabando
Deportación de primeros guatemaltecos detenidos en Misisipi deja familias separadas
Juez bloquea normativa de Trump sobre deportación acelerada de inmigrantes