“Esto borra una cifra históricamente baja establecida por el anterior gobierno de 15 mil, que no refleja los valores de Estados Unidos como nación que acoge y apoya a los refugiados”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.
Biden había prometido una cifra en torno a 60 mil, pero el 16 de abril se echó atrás al anunciar que postergaba su plan y mantenía el mínimo fijado por el exmandatario republicano Donald Trump, desatando fuertes críticas de su propio bando demócrata.
El gobierno señaló que este subida apuntala los esfuerzos que ya están en marcha para expandir el sistema con el fin de admitir a los refugiados y encaminarse a un objetivo de 125.000, en el próximo año fiscal.
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Según el decreto, esta cifra de refugiados “envía un importante mensaje de que Estados Unidos sigue siendo un lugar seguro para algunas de las personas más vulnerables en el mundo”.
Este programa de admisión solo concierne a los refugiados seleccionados por las agencias de inteligencia y seguridad estadounidenses en los campamentos de la ONU en todo el mundo para ser reasentados en Estados Unidos, principalmente entre los más vulnerables, como los ancianos, las viudas o los discapacitados.