Aunque ninguna autoridad mexicana confirma que se trate de un nuevo programa, lo cierto es que hasta ahora el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) no reporta esas estadísticas. Aparte de los deportados vía terrestre desde México, hasta ahora, este país devolvía vía aérea solo a algunos menores de edad no acompañados.
El IGM informó que en el primer vuelo se contabilizó el retorno de 67 hombres, 21 mujeres, así como 20 menores de edad que eran parte de 17 unidades familiares.
Mientras que el segundo, detalló el Instituto, trajo a 103 guatemaltecos, entre ellos 31 menores, parte de 7 unidades familiares.
Una portavoz del IGM expuso que en los próximos días “van a seguir llegando” vuelos, aunque estos no corresponden a algún programa nuevo sino “parte de acciones que se realizan en el marco de las coordinaciones que se sostienen con el gobierno mexicano”, que solicitó apoyo para agilizar los procesos y que es ese país el que costea los vuelos.
Añadió que por el Gobierno de Guatemala, tanto el IGM como el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Vicepresidencia de la República, así como las secretarias de Bienestar Social y de Obras Sociales de la Esposa del Presidente, hacen las coordinaciones respectivas para atender a los retornados.
Retornados
México deportó el año pasado a 49 mil 145 guatemaltecos, y este año ya suman 2 mil 633 los que han pasado por ese proceso.
La embajada de ese país en Guatemala no respondió a una solicitud de comentarios que le hizo Prensa Libre.
El muro perfecto
El sacerdote Mauro Verzeletti, director de la Casa del Migrante, criticó la nueva modalidad de deportar de guatemaltecos, que comenzó este miércoles, y afirmó que esto es una prueba más de que este país “se está trasformando en el muro perfecto” de EE. UU. para contener la migración.
Verzeletti lamenta que México esté cumpliendo “con la determinación de EE. UU.”, y señaló, por ejemplo, que la reciente caravana de centroamericanos fue reprimida con violencia, con lo cual no se respetaron los derechos humanos.
“Jamás imaginé que México iba a proceder de esa forma, poniendo la fuerza militar sobre unas personas que no cometían ningún delito”, afirmó el director de la Casa del Migrante.
Aunque si bien es cierto, deportar a los guatemaltecos vía aérea hasta al ciudad de Guatemala tiene la ventaja de que “no los van a tirar” a los municipios fronterizos con ese país, Verzeletti señaló que el punto medular del tema es que a muchos no se les ha respetado el debido proceso ni las solicitudes de protección internacional por lo cual han viajado y “los están sacando sin hacer una averiguación exhaustiva en el marco del derecho internacional”.
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