Legisladores del estado de Arizona,Estados Unidos y defensores de los derechos de los indígenas denunciaron este jueves que no se les ha permitido el acceso a los centros de detención de migrantes en la frontera sur del país para evaluar sus condiciones de vida en ellos.
Wenona Benally y Eric Descheenie, miembros del Legislativo de Arizona, hicieron estas afirmaciones y denunciaron también que solo el gobernador estatal, “simpatizante de la Administración del presidente estadounidense Donald Trump”, ha podido acceder a tales instalaciones.
Estos representantes se encontraban en
Ginebra para participar en la undécima sesión del Mecanismo de Expertos en Derechos de las Personas
Indígenas, que se reúne esta semana en la sede europea de
Naciones Unidas.
Asimismo, la líder de la comunidad Xicana-Kickapoo, Rosalee González, mostró su preocupación por los problemas que afrontan los
inmigrantes, como las barreras lingüísticas, especialmente los procedentes de
Guatemala,
El Salvador y
Honduras, ya que muchos no hablan ni español ni inglés.
González aseguró que al día de hoy las cuestiones lingüísticas entorpecen el 50 por ciento de los procedimientos judiciales en Arizona, mientras que hace 10 años representaban el 10 por ciento.
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Los líderes señalaron que cuánto más al sur está el origen de los migrantes más difícil es encontrar intérpretes, por lo que esta cuestión está demorando la resolución de los casos y la reunificación de familias.
Por otro lado, Benally destacó que también existen importantes barreras económicas que impiden a muchas familias “luchar por sus derechos a través del sistema judicial estadounidense”.
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