“Esta situación necesita ser demandada y denunciada porque no es posible que suceda y que todo siga igual”, señaló Juan Luis Carbajal, secretario ejecutivo de la PMH, para quien por parte del Gobierno existe un silencio “cruel y cómplice” ya que no ha habido una denuncia o petición para garantizar la protección de los niños, niñas y adolescentes.
“El estado tendría que tener una voz cantante en la defensa de los derechos de estos niños y niñas y no conformarnos con recibir los restos de estos niños, sino ver la manera de apoyar a las familias”, agregó.
Pero la Cancillería asegura que el gobierno de Guatemala ha trabajado con los departamentos de Estado y de Seguridad Nacional de EE. UU. a quienes pedido respeto a la vida de los menores.
“Se han hecho comunicaciones por la vía diplomática para pedir el respeto de cada uno de los connacionales y la investigación en cada caso, según corresponda”, afirmó la oficina de Comunicación de esa cartera.
Sin embargo, el contenido de estas comunicaciones y cartas diplomáticas nunca se hizo público.
Condiciones en los albergues
También se desconoce si ha habido cambios sustanciales en los protocolos que la Patrulla Fronteriza implementa con los menores migrantes o si continúan las mismas condiciones en los centros de detención.
Personal encargado de comunicación de la institución estadounidense no respondió a una solicitud de información que hizo Prensa Libre vía correo electrónico sobre las acciones a tomar para evitar más decesos de menores de edad.
Para Michael García, abogado de la organización Human Right Watch (HRW), las muertes de Jakelin Caal y Felipe Gómez muestran claramente la necesidad de que las autoridades estadounidenses cuenten con exámenes médicos adecuados, así como instalaciones, personal y equipo apropiados para identificar y atender las necesidades médicas urgentes de los niños.
En comunicación con Prensa Libre, García señaló que HRW ha advertido por mucho tiempo que las condiciones en las que se mantienen los menores de edad en los centros de detención a cargo de la CBP son “abusivas, degradantes y deficientes” y que, incluso, la Academia Americana de Pediatría concluyó el año pasado de que las celdas no son aptas para menores de edad.
“Es preocupante, pero lamentablemente no sorprende que los niños hayan muerto bajo la custodia de las autoridades de inmigración”, sentenció.
Para García, las leyes de migración señalan que los niños, niñas y adolescentes deben ser transferidos lo antes posible de los centros de detención a instalaciones apropiadas y no deben permanecer en esos lugares más de 72 horas.
Sin embargo, el tiempo que los pequeños permanecen en esos lugares a menudo se excede de ese lapso. Un ejemplo es el caso de Felipe Gómez cuya, custodia en la CBP fue más larga de lo normal.
“Los niños y sus familias no deben estar en celdas de detención de inmigración más allá del período estrictamente requerido para el proceso, que debe tomar dos o tres horas como máximo”, expuso García.
Carbajal también cuestiona el proceder de las autoridades guatemaltecas para dar seguimiento a estos casos y asegura que un mes después de las muertes de Jakelin y Felipe no hay soluciones ni medidas concretas para mejorar la situación de la niñez que migra, y considera que la Cancillería está ocupada en otros temas y que el de migrantes “tal vez está para ellos en tercero o cuarto lugar” en el orden de prioridades.
Sin embargo, la Cancillería asegura que los consulados han dado seguimiento a los fallecimientos de los niños migrantes por lo cual se han incrementado las visitas a centros de detención y se mantiene comunicación con la CBP y se han pedido las investigaciones por cada caso.
Pero hasta el día de hoy aún no se conocen ni siquiera los resultados de los exámenes forenses practicados a los cuerpos de los menores que podrían dar indicios de quién pudo tener la responsabilidad en los decesos.
Como parte de las medidas para evitar más muertes, la Cancillería mencionó una campaña que busca concientizar a la población sobre los riesgos de la migración irregular.
Cada año, miles de menores de edad guatemaltecos migran de manera ilegal hacia EE. UU.
Tan solo en el año fiscal 2018 (de octubre a septiembre), el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. reportó que recibió 26 mil 514 casos de menores de edad guatemaltecos en los albergues que administra, mientras que la Patrulla Fronteriza reportó la detención en la frontera sur, en el mismo período, de 22 mil 327, niños, niñas originarios de Guatemala.
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