La aspirante a la Vicepresidencia por el Partido Patriota, Roxana Baldetti, expresó que sin importar la hora, todas las noches se reúne en su dormitorio con sus hijos, Pedro, de 22 años, y Mario, 19, para hablar acerca de los acontecimientos del día. “Eso me ha servido mucho”, aseguró la también diputada.
“Ser madre trabajadora ya es difícil, sumarle el componente de ser política y figura pública, lo hace más complicado”, indicó la candidata presidencial de la Unidad Nacional de la Esperanza, Sandra Torres Casanova, quien es madre de cuatro hijos, de quienes evitó dar sus nombres para “protegerlos”.
Nineth Montenegro, diputada de Encuentro por Guatemala, lamentó haberse perdido muchas aventuras de sus hijas Alejandra García, de 29, y Andrea Polanco, de 18.
Sin embargo, Montenegro afirmó que la actividad política que ha desarrollado la ha hecho sentirse bien como mujer. “Es un servicio público y mis hijas están conscientes de ello”, aseguró.
Mamás tecnológicas
De acuerdo con la presidenciable del Frente Amplio, que aglutina a los partidos de izquierda, la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú Tum, un mecanismo que le ha ayudado es internet, porque logra mantener una buena comunicación con su hijo Mash Nawual ja’, 16.
La referida herramienta tecnológica ha sido útil para Torres, pues “aunque no puedo estar con ellos en persona, me mantengo conectada a través de mensajitos o correos electrónicos; incluso, si ellos me llaman, contesto el teléfono aunque esté en una reunión importante para atenderlos”.
Momentos difíciles
Según Baldetti, algunos de los momentos más difíciles que ha enfrentado como mamá y figura pública han sido los ataques que sufrió en el Congreso durante una discusión.
“Se me ofendió como mujer y persona, no por mi condición de política, ello molestó a uno de mis hijos, quien buscó a mi agresor para decirle que yo no estaba sola”, recordó.
Aparecer en los cables de WikiLeaks como “una fabricación” fue un momento difícil para Menchú con su hijo. “No le dije nada, él se puso a buscar en internet y se formó su propia opinión”, señaló.
El casamiento de su hija mayor ha sido lo más duro que ha enfrentado Montenegro: “Estaba feliz por ella, pero verla partir de la casa fue muy triste y difícil”.
¿Y las críticas?
De acuerdo con las mamás políticas, las críticas a veces pueden generarles dificultades con sus hijos, porque sus amigos o las personas que los rodean reproducen los comentarios de los padres.
“Cuando estudiaban en el colegio, sus compañeros le decían a mis hijos que todos los políticos son corruptos, pero ellos me conocen y saben que eso no es cierto”, contó Baldetti.
“A veces los comentarios lastiman a mis hijas, pero ellas me conocen, saben lo que yo soy en realidad”, expuso Montenegro.
El ejemplo es lo más importante, manifestó Torres. “Mis hijos saben lo que soy y cómo pienso, y me apoyan, eso es muy valioso”, dijo.
En ese sentido, Ríos destacó que lo más importante son las acciones. “Podemos decirles muchas palabras, pero debemos respaldarlas con nuestros actos”, apuntó.
Prensa Libre intentó hablar con la presidenciable del Partido Unionista, Patricia de Arzú, pero voceros y diputados de su grupo informaron que ella no hablaría con este medio.