Álex Guerra, director del ICC, explicó que esa información ha sido entregada a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), incluido un mapa en el que se señalan las áreas vulnerables, pues consideran que es vital para fortalecer los planes de prevención en todas las comunidades susceptibles de inundaciones.
Durante seis años el trabajo consistió en observar el uso de la tierra en las áreas de influencia de los ríos Ocosito, Nahualate, Madre Vieja, Coyolate, Acomé y Achiguate.
Guerra destacó que por la falta de un censo reciente es imposible determinar cuántas personas estarían en riesgo en las 871 comunidades detectadas como vulnerables a inundaciones.
“La Conred podrá ser uno de los usuarios para los planes de prevención y para preparación ante emergencias”, señaló el director del ICC.
Explicó que ese tipo de información científica puede ayudar a determinar en qué municipios se requieren más esfuerzos. “También trabajamos en un proyecto público-privado para gestión de riesgo, para organizar a las personas y no preguntar qué lugares fueron afectados en caso de una emergencia”, señaló.
David de León, vocero de la Conred, aseguró que “toda la información que recibe la institución sirve para el análisis de riesgo en el país”.
De León recordó que los municipios costeros del país siempre se ven afectados por las inundaciones anuales.
Guerra aspira a que la información ayude a las instituciones del Gobierno relacionadas con los efectos del cambio climático en el país, tanto para planificación como para priorizar los esfuerzos.
Además podría contribuir a evitar que las comunidades y centros urbanos crezcan en lugares vulnerables. “Las municipalidades pueden tomar este mapa y en base a ello tener la certeza de decir que no se puede autorizar un proyecto en este lugar porque está en un área inundable”, aseguró. Podría también ser una guía que puede usarse para enfocar la ayuda de la cooperación internacional.