En octubre de 2018, después de haber estado prófugo durante dos años, Arbizú Luna compareció junto con su abogado en el Juzgado Quinto Penal.
En su momento, fue la Fiscalía Especial contra la Impunidad (Feci) y la extinta Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) las que acusaron a Arbizú Luna de los delitos antes descritos.
Este miércoles, Vinicio García Pimentel, abogado de Arbizú, señaló que la sentencia fue de carácter “absolutorio” y que desde que el juicio inició, el 5 de mayo último “se demostró con las pruebas que William Arbizú no tenía ningún grado de participación, más allá de lo profesional”.
El caso
Como caso Redes fue llamada una investigación iniciada en 2014 que se refiere a una “gran” actividad de tráfico de influencias que involucra a funcionarios, a un juez y a particulares.
El centro de esta red sería César Augusto Medina Farfán, un personaje relacionado con muchas personas influyentes de alto nivel y descrito como “gestor con influencias”.
El ente acusador explicó que con manipulación de las condiciones y con la asesoría de Filadelfo Reyes y la ayuda de la jefe de Gestión Aduanera, Lidia Lucrecia Roca Morales, se beneficiaba económicamente Medina Farfán, además de Carlos Enrique Muñoz Roldán, ex jefe de la SAT, también implicado en el caso La Línea.
Otro hecho que involucra a Medina Farfán tiene que ver con el desistimiento de un proceso penal de estafa propia, abuso de autoridad, peculado, concusión y fraude en contra de Muñoz Roldán realizado por el juez José Luis Patán Piché.
Muñoz contacta a Medina, y éste le ayuda a resolver su situación jurídica a través de la abogada Sandra Elizabeth Vargas Aldana, quien tiene contacto con el juez José Luis Patán Piché, quien a su vez solicita dos puestos en la SAT para sus cuñados desempleados a cambio de desestimar el caso.