El director del Sistema Penitenciario, Nicolás García, dijo que el grupo ya había destruido las puertas. “Allí se encontraron sierras eléctricas y varios equipos con los que se sospecha arrancaron las puertas especiales para los sectores”.
“Cuando llegué a Fraijanes, un custodio me dijo que no pasara de ciera área porque es territorio de ellos –los mareros- y al rato se dejaron venir El Crosty, El Inquieto y El Lobo, para intimidarme, se habían apoderado de todo”, recordó.
Un investigador del Ministerio Público (MP) confirmó que las cámaras del penal no funcionaban y que la única en buen estado era la que se encontraba en la puerta principal, pero era controlada por los reos. “En la actualidad hay una investigación del caso”, detalló.
¿Cómo fue traslado?
El titular de Presidios narró que los mareros se opusieron cuando se anunció el traslado. En ese momento se les comunicó que de no acceder se usaría la fuerza y que se iría sin sus cosas. “Al observar las fuerzas de seguridad accedieron”, agregó García Fuentes.
Empezaron al salir y los guardias empezaron a revisarlos; unos se molestaron. Unos trataron de llevarse televisiones y electrodomésticos pequeños escondidos entre las chumpas, razón por la que se negaban a ser revisados.
Detalló que ya subidos en los carros, se coordinó la salida. Como iban molestos se fueron gritando en todo el camino hacia Escuintla. Añadió que los pocos transeúntes y conductores se asustaron.
Antes de hacer el traslado la cárcel del Infiernito fue remodelada para evitar que se escapen o capturen a un rehén. Además se hizo un protocolo para que recibieran visitas, encomiendas y capacitaciones.