“En mi primer tiempo –en el ejército- nunca vi cosas tan similares como las que pasaban en la zona militar número 21”, se escucha en el audio, donde el mismo testigo asegura que para torturar se usaban perros para morder a los prisioneros, también los picaban con agujas o los ahogaban en agua. Todo estaba a cargo de la Sección de Inteligencia Militar, que se dedicaba a investigar o indagar.
La audiencia de primera declaración se desarrolla en el Juzgado de Mayor Riesgo A, donde de acuerdo a las imputaciones del MP, los 14 militares habrían participado en al menos cuatro casos documentados, tres en San Cristóbal, uno en la aldea Pamancham y otro más en Río Negro, todos en Alta Verapaz.
Las últimas exhumaciones en la antigua zona militar 21, campo ahora utilizado por el Ejército para las prácticas de los contingentes que irán a las Misiones de Paz de la Organización de Naciones Unidas, confirman la existencia de fosas clandestinas donde se hallaban apilados más de 80 muertos, entre ellos mujeres, niños y adultos de la tercera edad.
Los testigos fueron presentados por la fiscalía con identidad protegida, acción que reprochó la defensa de Lucas García, aun así fue admitida.
En la declaración también se conoció que Efraín Ríos Montt visitó la zona militar, a cargo en ese entonces del comandante Ricardo Méndez-Ruiz Rohrmoser. “Estuvo poco tiempo. Antes de irse dijo: Señores, pórtense bien. Y subió a un helicóptero”, dijo el testigo.