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El bebé raptado tenía tres días de nacido y recordar ese momento causó que el relato de las víctimas fuera con voz entrecortada.
Sulli -madre- indicó: “Tres días después del parto fui a traer a mi hija -Gladys- al hospital cuando le dieron ya al niño, ella salió con dolor de estómago y empezamos a caminar. Le dije que por ser primeriza era normal la razón por la que sentía mucho dolor -en el vientre-“.
En el Tribunal, Sulli recordó que su hija estaba adolorida y ella se sentó en unas gradas afuera del hospital. El bebé lo cargó Sulli y después se estacionó un automóvil frente a ellas, expuso.
“Se acercó un carro color amarillo y bajó Rosalinda Rivera, se puso a platicar con mi hija y no comprendí lo que conversaban porque no entiendo español. Mi hija -Gladys- luego de hablar con ella se acercó a mí y me dijo que entregara al niño porque sino iban a matar a sus hermanos, y había dicho -Rosalinda Rivera- que no valíamos nada”, relató Sulli.
La testigo le contó a la jueza que en ese momento cuestionó a su hija la razón por la que Rosalinda Rivera quería al niño.
“Tenía en mis manos una bolsa negra con los papeles que nos entregaron en el hospital y la señora Rosalinda me los arrebató y se fue -en el vehículo amarillo-. Nosotros después nos fuimos en un taxi y mi hija -Gladys- iba llorando”, expuso Sulli.
Pasaron los días y no volvieron a ver al bebé, Sulli explicó a la jueza que su hija iba a la casa de Rosalinda a preguntar por el niño.
Días después del rapto del bebé, Sulli y Gladys volvieron a ver a Rosalinda, quien les dijo que “debían cambiar un cheque en el banco” para recuperar al menor. En esa ocasión, según Sulli, fueron a cambiar el cheque a su nombre y al salir del banco le devolvieron el dinero a Rosalinda.
El cobro del cheque, sospecha el Ministerio Público (MP), que fue una transacción financiera para justificar la venta del menor o hacer creer eso.
Antecedentes
El caso se descubrió por la investigación que se hizo por la adopción ilegal de Álvaro Suruy, de 4 años, en 2008.
El 8 de mayo de 2008 Rivera fue capturada en su residencia y dentro del inmueble fueron rescatados nueve menores que vivían en condiciones antihigiénicas. En ese operativo participaron más de 25 policías y delegados de la Procuraduría General de la Nación.
La investigación del MP determina que Álvaro Suruy fue separado de su madre, María Suruy, en enero de 2008. Rivera le había dado trabajo en su casa a María y luego la separó de su hijo hasta que lo dio en adopción a una familia en Estados Unidos, de acuerdo con las pesquisas.
El MP sospecha que no fue la única adopción irregular promovida por Rivera, quien buscó en municipalidades cambiar identidades y usó documentos alterados para modificar la identidad de los padres de los menores.
En el caso también están implicados extrabajadores de diversas comunas.
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