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Los acusados son Martín Alejandro García Mejía, quien fue jefe de detectives, y sus subalternos Alberto Encarnación Barrios Rabanales, Julio David López Aguilar y José Miguel González Grijalva.
Los cuatro acusados de haber participado en la muerte a balazos del detective de la extinta Policía Nacional (PN) son José Miguel Mérida Escobar, quien había iniciado las pesquisas por el asesinato de la activista Myrna Mack, el 11 de septiembre de 1990.
Por la muerte de Mérida Escobar, que sucedió el 5 de agosto de 1991, cuando salió de la antigua sede de la PN, ahora Ministerio de Gobernación, la Fiscalía pidió imponer las penas mínimas por asesinato.
Para García Mejía, López Aguilar y González Grijalva la pena solicitada fue de 25 años de prisión por asesinato y 40 años de cárcel por deberes contra la humanidad -20 años de cárcel por el agravio a Alfredo de Jesús Guerra y 20 años de prisión por José Galindo Cifuentes Estrada-. En total, 65 años de prisión para cada uno.
En el caso de Barrios Rabanales, la petición fue de 45 años de cárcel -25 años de prisión por asesinato y 20 por agravio de Guerra-. En total, 45 años de cárcel.
Durante el debate, la Fiscalía recordó que Mérida Escobar había salido de la sede de la PN y caminaba por el Parque Concordia cuando fue interceptado y baleado.
Señalamiento
La investigación junto con las pruebas contiene el testimonio que brindó la víctima ante una judicatura en donde predijo su muerte, debido a que había logrado identificar a Noel de Jesús Beteta Álvarez, quien fue especialista del Ejército, como el autor del crimen contra la antropóloga Mack Chang.
Este es el segundo debate debido a que por supuestos vicios la Sala Segunda de Apelaciones de Mayor Riesgo ordenó el año pasado repetir el juicio.
Durante el debate, que inició el 10 de julio pasado, declaró Helen Mack Chang, querellante y hermana de la antropóloga. “Mi hermana (Myrna) realizaba un estudio por las víctimas que eran desplazadas en el interior del país por petición de pobladores de las Verapaces”, inició su relato Helen Mack.
La activista, que creó la Fundación Myrna Mack, recordó el crimen contra su hermana, muerta a puñaladas el 11 de septiembre de 1990.
En su relato mencionó que el investigador Mérida Escobar fue asignado al caso y avanzó en las pesquisas hasta lograr ubicar a Beteta Álvarez como el responsable.
La activista destacó un evento en donde Mérida le dijo que iba a ser asesinado. “Había logrado identificar como principal sospechoso del crimen de mi hermana a Beteta, que estaba de alta en el Estado Mayor Presidencial, concretamente en el Departamento de Seguridad Presidencial”, dijo.
Lo que sigue
Este martes se prevé la última palabra a los acusados. Después será la deliberación de los jueces y la lectura de la sentencia por al mediodía.