“Este caso en su momento es una versión muy similar al de Cristina Siekavizza y Roberto Barreda, solo que el esposo quema el cuerpo en una llanta y le prende fuego pretendiendo que no pueda ser identificada”, aseveró.
Cruz señaló que ha habido una inacción por parte del MP y que los familiares hablan de que en este caso hay tráfico de influencia, ya que las autoridades del área no se movilizaron de forma adecuada cuando se hicieron los allanamientos, lo cual facilitó para que Fuentes Gallos se fugara.
“Hoy estamos a haciendo esta conferencia con el objetivo de denunciar esa inacción del Ministerio Público y exigiendo que el caso sea trasladado a la fiscalía de delitos contra la vida en Guatemala que se proceda a interponer la orden de captura a nivel internacional para que la Inteprol pueda proceder a la búsqueda”, refirió.
Según la fundación, Fuentes Gallos, médico destacado de la costa sur, tiene los recursos para sobrevivir en el extranjero y que incluso se cree que puede estar en México, ya que tiene familia en Coatepeque, Quetzaltenango. Además vecinos señalan que ha amenazado a la madre de Arévalo Garrido, Alba Garrido, de que la va a matar para recuperar a sus hijos.
El hecho
La familia de Arévalo Garrido comenzó a sospechar de Fuentes Gallo porque la pareja tenía dos años de convivir y desde el principio hubo violencia intrafamiliar, la cual motivó a que se separaran por seis meses.
Alba Garrido, madre de la víctima, afirmó a que el día de la desaparición de su hija, Fuentes llegó con los niños (sus hijos) y se los dejó toda la noche, con el argumento de que había discutido con Arévalo. A la mañana siguiente, cuando este llegó a recoger a los menores le indicó que desconocía el paradero de la mujer.
Garrido acompañó a Fuentes a la vivienda para buscar a su hija, encontró desorden en la casa e indicó que se sorprendió cuando este le dijo: “Mire con lo que su hija me quiso agredir”, y le enseñó unas tijeras, aparentemente manchadas con sangre.
Algunos familiares de Arévalo agregaron que cuando denunciaron su desaparición, las autoridades tardaron cinco días en llegar al inmueble para recabar evidencias, pero que Fuentes ya le había indicado a una empleada que ordenara y limpiara el lugar.