Los médicos señalaron que reos son trasladados por dolor de cabeza o cuello hasta con ocho custodios, y estos no cumplen con los protocolos de seguridad, ya que son permisivos con los prisioneros y dejan que se reúnan con familiares y hablen por teléfono.
Los directivos de los hospitales mencionados agregaron que reciben reclusos con heridas leves o enfermedades crónicas que podrían ser atendidos en las clínicas carcelarias.
Édgar Escobar, jefe de Unidad de Servicios Médicos y subdirector operativo del SP, señaló que los traslados se efectúan porque carecen de insumos médicos para atender a los prisioneros, debido a que no han ejecutado los Q600 mil asignados, por gestiones administrativas. Agregó que solo tienen seis médicos y 40 enfermeras para 21 prisiones.
En abril del 2015, el presidente Otto Pérez Molina, el ministro de Gobernación Mauricio López Bonilla y el director del SP Anthony Pivaral inauguraron la primera clínica para atender a privados de libertad en el complejo carcelario de Fraijanes, con una inversión de Q1 millón, pero no funcionó.
Piden más seguridad
Marco Antonio Barrientos, subdirector de Servicios Médicos del Roosevelt, señaló que no niegan la atención a reos, pero sí es necesario que les garanticen seguridad.
Los representantes del SP acordaron que fortalecerán la capacitación a los custodios para el cumplimiento de protocolos y que coordinarán con los hospitales en cuanto a los traslados de los reos.
Los médicos de los nosocomios acordaron intercambiar datos sobre las medidas que aplican, para unificar.
El director del Hospital Roosevelt, Carlos Soto, quien no estuvo presente en la reunión, informó un día antes a Prensa Libre que alrededor del 30 o 35 por ciento de reos que acuden a recibir atención no llevan ninguna orden de juez o referencia del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
Comentó que debido al riesgo que implica atender reclusos en ese nosocomio, el pasado 27 de julio le enviaron un oficio al SP para pedirle que mande cierta cantidad de reos y que quienes no lleven orden del juez o referencia no serán atendidos.
Indicó que, debido a la balacera que se registró frente a la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico (Unaerc), el pasado 26 de agosto, este lunes enviaron otro oficio con la misma petición, con copia a los juzgadores.
Soto refirió que en julio atendieron a 120 reos, de los cuales, el 15 por ciento se quedó hospitalizado y de estos, entre un 10 y 12 por ciento son de alta peligrosidad.
Julio Figueroa, director del Hospital General San Juan de Dios, comentó que atienden alrededor de 25 reos cada día.
Explicó que recientemente el Ministerio Público (MP) envió a un hombre que había ingerido cápsulas con droga, y a pesar del riesgo que había porque podían llegar a sacarlo, según la misma Fiscalía, no se les brindó mayor seguridad.
Figueroa comentó que mantienen hospitalizados a entre cuatro y cinco reos, los cuales se encuentran con el resto de pacientes, debido a que tampoco pueden atenderlos por separado.
Carlos Betancourt, director médico de Unaerc, dijo que atienden a 10 pacientes renales, sin incluir al que murió en la balacera.
A estos les han programado una máquina y un horario fijos para evitar que permanezcan tanto tiempo en el lugar, por el riesgo que eso implica.
Agregó que ellos le piden al SP que se cumpla un protocolo, en el cual no pueden hablar por teléfono dentro de la sede ni recibir visitas, pero no cumplen.
Según Rudy Esquivel, vocero del SP, el 30 de agosto había 54 reos internados, 20 de los cuales se encuentran en el hospital Federico Mora.