Ambos países tienen una cantidad similar de reos, y Guatemala construirá este año las primeras cuatro prisiones que responderán al modelo inspirado en el dominicano, según el ministro de Gobernación, Francisco Rivas Lara.
El funcionario considera que cambiar del actual modelo al nuevo le tomará al país 14 años.
Rivas Lara cree que cuando el gobierno actual concluya, unos dos mil prisioneros habrán pasado a formar parte de este nuevo sistema.
El proceso de transformación de las prisiones comenzó en República Dominicana, hace 13 años —22 reclusorios pertenecen ahora al nuevo sistema y 19, al tradicional—.
Los fondos para construir dos prisiones dependen de la aprobación de un préstamo del Banco Centroamericano de Integración Económica, por Q120 millones, que debe ser avalado por el Congreso, y dos más serán edificadas con ayuda de la cooperación internacional, afirmó el ministro.
La meta durante su administración es construir un promedio de tres cárceles, siguiendo esa visión, cada año, hasta finalizar el 2018.
Uno de los penales que se planifican este año recluiría a unos 300 reos de alta peligrosidad, pero es una probabilidad solamente, de acuerdo con el viceministro de Seguridad, Ricardo Guzmán.
Trabajo por comida
A finales del 2014 , Guatemala, con 14 millones de habitantes, tenía una tasa de encarcelamiento de 119 por cada cien mil habitantes, según datos de la Política Nacional de la Reforma Penitenciaria 2014-2024.
Ese año, en República Dominicana, con menos de 11 millones de pobladores, el índice de encarcelamiento era de 154 por cada cien mil habitantes.
¿Por qué Guatemala se fijó en un país con una tasa de carcelización mucho mayor que la suya? La razón es que los dominicanos redujeron de 70% a 3% los índices de reincidencia, explicó Israel Santizo, asesor del Ministerio de Gobernación y responsable de la implementación del proyecto.
Los reos serán agrupados de acuerdo con su peligrosidad, aunque aún no está lista esa clasificación, reconoció el experto.
Uno de los objetivos es que las prisiones se conviertan en centros de capacitación y estudio.
El presidente Jimmy Morales visitó República Dominicana y luego la Embajada de Estados Unidos y otros países de la región respaldaron el proyecto del nuevo modelo, confió Santizo.
Después de varias visitas a los centros y entrevistas con Roberto Santana —el ideólogo del programa en República Dominicana—, los guatemaltecos concluyeron que las nuevas cárceles debían aspirar a trabajar con un 40 por ciento de autosostenibilidad.
Una idea primaria, compartió Santizo, es capacitar a los reos para que preparen sus alimentos. “En República Dominicana hay desde talleres de manualidades hasta fábricas de camas para el sistema penitenciario”, precisó.
En el nuevo sistema, “todos trabajarán y estudiarán. No hay tiempo de ocio. El horario será de 6 a 22 horas. Una hora de televisión al día, una hora de aseo. Se está en pláticas para construir aulas en los centros”, refirió.
Garantizar la autosostenibilidad depende de que los reos trabajen en los penales.
En el país se está en conversaciones con miembros del patronato de cárceles, integrado por algunos empresarios y sociedad civil.
Según Santizo, se afina la posibilidad de que los reos trabajen en los talleres instalados en los nuevos penales y produzcan insumos para algunas empresas, y a cambio reciban un sueldo mínimo.
“En Chile se abre una cuenta de ahorro al detenido: el 33 por ciento es para su familia, un 33 por ciento para sus gastos y otro 33 se coloca en una cuenta de ahorro para que cuando salga tenga un pequeño fondo con qué empezar una nueva vida”, comentó el asesor.
Nuevos guardias
En República Dominicana, la policía y guardias fueron sustituidos por agentes de vigilancia y tratamiento penitenciario.
Entre los requisitos que exige la isla están ser soltero, sin hijos, comprendido entre las edades de 19 y 30 años, bachiller y no haber pertenecido a las Fuerzas Armadas ni a la Policía Nacional.
En Guatemala, con excepción del estado civil, se exigió a los aspirantes cuatro evaluaciones psicométricas, la edad de 18 a 30 años, ser bachiller y no fueron admitidos expolicías ni soldados.
“No es por un tema de rechazo, lo que sucede es que ya están formados por una doctrina que les crearon en una escuela, y se requiere personal que entienda la lógica civil”, explicó Santizo.
Los 85 agentes que actualmente se capacitan fueron sometidos a pruebas de valores, antidoping y polígrafo, señaló Rivas Lara.
Dinero: prohibido
En el nuevo sistema estará prohibido ingresar alimentos y dinero a las cárceles.
En las prisiones se instalarán economatos administrados por los penales, y los reos podrán comprar allí, pues una de las fuentes de corrupción es precisamente el dinero, afirmó Santizo.