En ese lugar tuvo lugar un hecho armado que dejó como resultado a dos personas muertas, según el Ministerio Público (MP).
Las dos víctimas fueron identificadas como Bayron Randolfo Pineda León, de 52 años, originario de Zacapa y Andrés García Morales, de 45, de Colotenango, Huehuetenango.
Ambos, según el MP, murieron por impactos de proyectil de arma de fuego. Los cadáveres, luego del procesamiento de la escena del crimen, fueron trasladados a la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) de Huehuetenango.
La necropsia del Inacif reveló que ambos murieron “por heridas producidas por proyectil de arma de fuego”.
El personal fiscal, según el portavoz del MP, Juan Luis Pantaleón, procesó diversas habitaciones del hotel donde ocurrió el hecho.
Hallaron en la escena 58 indicios balísticos consistentes en 24 casquillos de proyectil de arma de fuego, cartuchos de grueso calibre y plomo entre otros indicios.
Pantaleón agregó que como parte de las diligencias de rigor se localizaron cámaras de video vigilancia ubicadas en lugares aledaños. Se recabó declaraciones testimoniales, entre otras diligencias.
El sábado 19 de agosto, entre las 7 y 8 horas, en las vísperas de la segunda vuelta electoral presidencial de Guatemala, un comando armado llegó hasta un hotel ubicado en una de las calles de esa aldea, que es la frontera con la localidad de Ciudad Cuauhtémoc, ubicada en el municipio de Frontera Comalapa, Chiapas, México.
Lo sujetos, armados con fusiles y pistolas, irrumpieron en el hotel y buscaron por las habitaciones a los dos sujetos. Cuando los hallaron, les dispararon, e incluso, los ejecutaron afuera del recinto ante la mirada de decenas de personas que ya caminaban por el lugar.
Hasta ahora la Policía Nacional Civil (PNC) ha guardado hermetismo por el hecho. Se desconocen los detalles sobre las personas, pero una línea de investigación va encaminada a que los dos sujetos ejecutados eran rivales de un clan que opera en Frontera Comalapa y trafica con drogas, armas y personas desde Guatemala hacía México.
Huehuetenango ha estado bajo ataque de grupos vinculados con el narcotráfico y el tráfico ilegal de armas y personas. Al menos tres familiares de Eduardo Villatoro Cano, alias Guayo Cano, condenado a más de 300 años de prisión por el crimen de policías nacionales en una subestación de Salcajá, Quetzaltenango, han muerto a balazos en dos hechos violentos entre junio y agosto pasado.
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Algunos casos
El primer incidente ocurrió el 17 de junio pasado en el kilómetro 339, sobre el puente Selegua, en jurisdicción de Santa Ana Huista. El crimen se cobró la vida de dos personas.
Un comando armado disparó con fusiles a un picop que posteriormente lo incendiaron. En el lugar el MP reportó el hallazgo de dos cadáveres. El de Ana Leticia Villatoro Castillo, de 20 años y Sergio Otoniel Montejo Lorenzo, de 28. La primera se cree es familiar de Guayo Cano.
El MP, en esa escena halló más de 300 indicios balísticos y un picop todoterreno incinerado.
Mientras que en el barrio El Campo de la aldea La Mesilla localizaron otros dos cadáveres.
Uno de ellos fue el de Jonathan Yordani Gómez López, de 27 y el de Donaldo Saúl Villatoro Cano, de 47, hermano de Guayo Cano.
Sobre las muertes de las cuatro personas hay dos teorías. La primera es que las cuatro personas participaron en un palenque en el municipio de Nentón. El hermano de Guayo Cano se hizo acompañar de los tres individuos, entre ellos su presunta sobrina.
En esa actividad habrían llevado a su mejor gallo y le apostaron hasta US$300 mil (unos Q2.4 millones), sin embargo, perdieron, no quisieron pagar y habrían huido. Por eso los ejecutaron.
La otra teoría es que habían ganado en el palenque, traían el dinero, y los sujetos que apostaron y perdieron hicieron “el tumbe del efectivo”. Todo está bajo investigación y en reserva, según las autoridades.
El 15 de julio pasado el tradicional desfile hípico de Huehuetenango que se lleva a cabo durante las Fiestas Julias terminó con una balacera que dejó tres muertos y siete heridos en la zona 8 del municipio.
Las víctimas fueron identificadas como Isabel Cornelio Rodas Alvarado, de 46 años, Isauro Alejandro Sánchez Villegas, de 26 y un menor de 16 años.
En el lugar del ataque murió Lázaro Cesar Villatoro, de 52, quien se cree es familiar de Guayo Cano, también, y otras dos personas murieron en el hospital, pero no fueron reveladas sus identidades.
Por este caso las fuerzas del orden aprehendieron a Luis Armando Miz López, de 35; Luis Armando Mateo Méndez, de 29 y Josimar Benjamín Soto Cervantes, de 28. Además, un adolescente de 17. Los tres adultos fueron ligados a proceso y guardan prisión preventiva hasta ahora.
El 7 de agosto pobladores de la aldea El Jobal, La Democracia, reportaron un ataque armado en una cevichería ubicada en el kilómetro 330, de la ruta CA-1 Occidente.
En ese lugar, según los vecinos, murieron seis personas a manos de un comando armado que llegó a ejecutarlo. La PNC, que llegó el lugar, no halló ningún cadáver, y consideraron que fueron los familiares de las víctimas quienes se los llevaron los cadáveres.
En el lugar solo hallaron manchas de sangre.
Todo estos hechos han ocurrido mientras continúa una pugna de cárteles mexicanos en el municipio de Frontera Comalapa, punto fronterizo cercano a la aldea La Mesilla del municipio de La Democracia.
En ese punto, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha irrumpido en el área que antes era controlada por Los Huistas. Pero a este se suman otros, como el Cártel de San Juan Chamula (CSJC), que opera en San Cristóbal de las Casas.
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