Al estar empoderado dentro de Pavón estableció las reglas de seguridad y control para sus actividades ilícitas, pero las normas impuestas por Lima Oliva habrían causado la molestia de el Taquero.
Días antes de la muerte de Lima Oliva había establecido normas de tránsito dentro del penal, donde se controlaban hasta las visitas que ingresaban al centro carcelario.
En Pavón también estaba recluido Montiel Marín, quien tenía el control de la venta de drogas, licor y otros ilícitos, cuyas actividades contravenían con las normas impuestas por Byron Lima, por el conflicto de intereses.
La investigación
El Taquero compró una carpintería que había sido instalada por un recluso, y aprovechando la oportunidad para utilizarla como un negocio de fachada, aprovechó la oportunidad y logró introducir armas y drogas.
Montiel Marín logró ingresar los ilícitos a través de la falsificación de los permisos (Excepto el primero) para ingresar materiales que aparentemente utilizaría para la carpintería, pero aprovechaba para introducir los ilícitos mencionados. De esa forma opero de marzo a julio de 2016.
La relación entre Héctor Revolorio Ramos (Capturado ayer) y Marvin Montiel fue clave, porque además de venderle la carpintería que sirvió como fachada, también contactó a los francotiradores que supuestamente ejecutaron a Byron Lima y las otras 13 personas.
Los testimonios de allegados a Lima y Montiel coinciden que la relación entre ambos se volvió más tensa en el último mes, previo a la muerte de Lima.
Iván Velásquez, el jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala dijo que Lima Oliva había abusado de los controles impuestos a Marvin Montiel y a sus visitas.
Las investigaciones revelaron que Lima Oliva contaba con cuatro guardias del Sistema Penitenciario asignados para su seguridad personal y días antes del ataque se los habían quitado.
Byron Yobani Pérez, jefe interino del grupo B de la Unidad de Requisas y Traslados del SP, expuso al MP que el retiro del personal de seguridad asignado a Byron Lima obedeció a una orden verbal de Basilio Hernández Guzmán, subdirector operativo de la Dirección General del SP.
El comisionado de la Cicig también dijo que las autoridades del SP sabían que habían armas dentro de la granja de rehabilitación “pero nunca hicieron nada”, dijo Velásquez.
Varios informes habrían alertado al entonces director del Sistema Penitenciario sobre los riesgos que tenía Byron Lima dentro de la prisión, incluso las investigaciones revelaron que desde el 17 de noviembre de 2015 el Sistema Penitenciario fue alertado de las intenciones de asesinar a Byron Lima.
“El director del Sistema Penitenciario y el subdirector operativo del SP no impulsaron las medidas respecto a los informes de la Unidad de Análisis de la Información Penitenciaria, que siempre hacían referencia a estas graves disputas entre Byron Lima y Montiel Marín”, dijo Iván Velásquez.
Ingreso de Armas
El ingreso de las armas para cometer el crimen contra los 13 reclusos y la modelo argentina se efectuó a través de un picop marca Ford Blanco, que frecuentemente ingresaba a la granja porque supuestamente transportaba los materiales para la carpintería del Taquero.
Los testigos revelaron que las armas y las municiones se ingresaron en ese picop escondidas en sacos de cemento y piedrín.
El vehículo supuestamente era conducido por Lestin Alonzo Lara y Edgar Contreras Velásquez, quienes en los costales ingresaron municiones calibre 45 y 9 milímetros, además de una granada y una pistola.
Estructura externa
- Sara Elizabeth Cruz Mansilla, esposa del Taquero, compraba las municiones
- Lestin Exel Alonzo Lara, compraba municiones y armas, y las ingresaba a Pavón
- Edgar Rolando Contreras Velásquez, compraba armas y las ingresaba a Pavón
- María Marta Castañeda Torres, sobrina de Sandra Torres, ingresaba explosivos a Pavón
Coordinación del crimen
El comisionado de la Cicig dijo que hubo acciones dirigidas específicamente contra Byron Lima y su círculo y que incluso otros reos que presenciaron el ataque y trataron de escapar fueron muertos en otros lugares.
¿Qué tanto poder tenía?
Agregó que Montiel habría informado a su círculo del ingreso de las armas, y asignó un papel protagónico para el homicidio de Byron Lima a Moisés Cardona, Juan Antonio Castillo Herrera, Interiano Godoy, alias el canche, Y José Pablo Barrientos Quiñonez.
Montiel indicó que el crimen debía efectuarse en el lugar conocido como La Sexta y supuestamente ordenó a Moisés Cardona que debía dispararle a la cabeza de Byron Lima porque él utilizaba chaleco antibalas.
Según la Cicig Montiel pactó con Ronald Raxcacó que su sector, el nueve, sería el lugar de resguardo de los ejecutores del crimen, tras los hechos.
Los ataques ocurrieron en los sectores 11 y nueve y el lugar conocido como la Sexta, según la evidencia balística en la escena del crimen.
Algunos cadáveres de las víctimas fueron encontrados en lugares distintos a donde sucedió el ataque porque fueron movidos después de los homicidios.