También se le impusieron seis años de cárcel por asociación ilícita, al confirmarse su relación con la red denominada los Chispos, la cual operaba en Jalapa y se dedicaba al sicariato. Además, recibió dos años por la profanación de una sepultura.
El 4 de agosto del 2012, acompañado de otras personas, Gómez ingresó en el Cementerio General de la localidad y abrió la tumba de Guzmán Ortiz, extrajo el cadáver y lo quemó.
Se sospecha que el sentenciado realizó otras acciones con el cuerpo, extremo que no pudo comprobarse en la investigación ni en el debate, debido al grado de quemaduras que el cadáver tenía.
Falta de respeto
Durante la lectura del fallo, la jueza María Eugenia Castellanos, en nombre del tribunal, compuesto por ella, Irma Jeannette Valdés y Sara Yoc Yoc, refirió que Gómez actuó con saña en contra del honor y dignidad de una persona muerta, pues no le bastó con asesinarla, sino también profanó su cuerpo.