Por si no lo vio: Confiesan asesinato de dos niños de San Juan Sacatepéquez
La madre, al darse cuenta de lo que sucedía, llamó a los cuerpos de socorro y al llegar al lugar les dijo que el pequeño tenía fiebre y que estaba perdiendo la respiración.
Durante el traslado al hospital falleció el bebé por “un trauma craneoencefálico provocado con una herida con arma blanca en la cabeza”, según reveló posteriormente la necropsia, por lo que inició la investigación que acabó con la detención de la mujer y el auto de procesamiento.
Parricidio en la historia
Los casos de parricidio centran la atención de la opinión pública.
Un caso que se remonta a 1976 aún está en la memoria de la gente. Una enfermera del IGSS dio éter a sus cuatro hijos y luego los degolló. En una carta sobre la mesa dejó una carta que decía que lo había hecho por no tener dinero.
En septiembre de 2009, Yat Roy Chew fue condenado a 250 años de prisión. Fue hallado culpable de la muerte su padre, madre y tres niños en su casa. Según la Fiscalía, el sujeto cometió la matanza días después de que sus padres lo echaron de la casa por haber intentado agredir a su mamá con un cuchillo.
En febrero de 2013, Jennifer Alquijay fue sentenciada a 44 años por la muerte su hija Jennifer Vásquez, de 3 años, culpable de los delitos de parricidio, maltrato contra menores de edad, simulación de secuestro y simulación de agresión sexual. La investigación determinó que la pequeña murió de 52 golpes.
“La niña era feliz cuando estaba fuera de la casa, pero se ponía triste cada vez que regresaba, ya que no quería estar con su madre, pues ella le pegaba mucho”, dijo en juicio un testigo.
Un caso reciente fue el que en 2016 aplicó justicia por la muerte de Bryan Pérez, de 9 años. El Tribunal Décimo de Sentencia condenó a Marciano Rivera a 30 años y ocho meses de prisión, y a Albertina Recancoj a 40 años y ocho meses. La pareja fue sentenciada por delitos de parricidio, homicidio y maltrato infantil. Rivera tiene 52 años y Recancoj, 47.
También en 2016, Édgar Avidán de León Rodas recibió condena de 166 años por la muerte de su padre, madre, un hermano, y de haber herido a sus dos hijas en agosto de 2014. La matanza ocurrió en la colonia Kaminal Juyú, zona 7.
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