Justicia

Sistema Penitenciario carece de atención médica para Otto Pérez Molina

El juez Miguel Gálvez espera un segundo informe de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) para determinar si el exgobernante debe seguir internado en el Centro Médico Militar o, en cambio, ordenar su regreso a la cárcel Mariscal Zavala.

Otto Pérez fue conducido desde las 8 de la mañana.

Otto Pérez fue conducido desde las 8 de la mañana.

El juez de Alto Impacto solicitó en diciembre pasado que la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) le respondiera tres preguntas en relación al exmandatario Otto Pérez Molina: ¿Cuenta con servicio médico permanente? ¿Tiene la capacidad y las condiciones idóneas para atender al sindicado? y ¿Puede trasladarlo en diez minutos a un hospital?

La defensa de Pérez Molina se adelantó y le hizo las mismas preguntas a Presidios. Incluso, la dependencia de Gobernación le respondió antes a los abogados y luego remitió el memorial también al juez Gálvez.

“En ninguno de los tres aspectos manifiesta que está en capacidad para hacerlo”, fue la respuesta de la Dirección General del Sistema Penitenciario sobre el acceso médico que goza el exgobernante.

“Esa fue la respuesta, aunque este órgano jurisdiccional también solicitó un informe y se espera la respuesta. Con esto se determinará la situación del señor Pérez Molina”, informó el juez Gálvez.

En el hospital

Pérez Molina está internado en un hospital privado desde el 5 de septiembre último, luego de una intervención quirúrgica. Los especialistas le cambiaron el cardiodesfibrilador que utiliza y fue trasladado al Centro Médico Militar para su recuperación.

Antecedente

El 8 de agosto pasado el expresidente fue trasladado al Centro Médico Militar debido a una complicación cardíaca que padeció mientras guardaba prisión preventiva en la cárcel de Mariscal Zavala.

Pérez Molina sufre de problemas del corazón desde hace varios años, sin embargo, recibió un golpe en el pecho cuando practicaba deporte, el cual le causó una complicación y fue evaluado por médicos del centro de detención y fueron estos quienes ordenaron su traslado.

En aquella ocasión, el abogado César Calderón indicó que el exmandatario usa un cardiodesfibrilador que le habían colocado en 2004.  Según el abogado, el dispositivo tiene capacidad para efectuar seis descargas, de las cuales se registraron cuatro, cuando llegó al máximo de potencia. Por esta razón se hizo necesario implantarle un nuevo aparato al expresidente.

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