Guatemala

Polémica persigue a Blanca Stalling

Serios señalamientos sobre supuestos vínculos con redes del crimen organizado giran en torno al nombre de la magistrada Blanca Aída Stalling Dávila, actual presidenta de la Cámara Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), y de varios familiares.

Blanca Stalling es presidenta de la Cámara Penal de la CSJ desde noviembre del 2014.

Blanca Stalling es presidenta de la Cámara Penal de la CSJ desde noviembre del 2014.

El pasado 16 de abril, el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala destaparon una investigación contra una red de corrupción que operaba en la Superintendencia de Administración Tributaria, denominada La Línea.

Stalling Dávila fue relacionada con la estructura el 10 de mayo último, dos días después de que fueron capturados abogados señalados por supuestamente haber sobornado a funcionarios judiciales para que los jefes de La Línea fueran beneficiados con arresto domiciliario.

A ese grupo de abogados se le denominó Bufete de la Impunidad, y las autoridades tienen escuchas telefónicas en las que el empresario Luis Mendizábal —prófugo— habla con Francisco Javier Ortiz, alias Teniente Jerez. El primero dice al segundo que se aprovecharía el cargo de la magistrada para evitar que los jefes de la banda fueran enviados a prisión.

Familia

En el caso abierto contra La Línea, Mendizábal sabía que la jueza Marta Sierra de Stalling, cuñada de la magistrada, controlaba el expediente, pues Ortiz se lo dijo el día que fue capturado.

El detenido, antes de que la Policía lo trasladara desde su casa a la Torre de Tribunales, llamó por teléfono a Mendizábal, le contó los cargos que le señalaban y que sería llevado al Juzgado Octavo Penal.

La Fiscalía pidió a la CSJ que le retire el derecho de antejuicio a Sierra de Stalling, para que se determine si recibió dinero de la red.

Por la supuesta entrega de soborno para que los jefes de La Línea quedaran en libertad, se abrió la investigación contra el bufete que dirige el abogado José Arturo Morales Rodríguez, alias Chepito, del cual es miembro Roberto Sierra Stalling, hijo de la jueza y sobrino de la magistrada.

Sierra de Stalling lleva más de 30 años de trabajar en el Organismo Judicial (OJ), y su hijo, antes de ser litigante particular, laboró para el Instituto de la Defensa Pública Penal, durante el tiempo que Stalling Dávila dirigió esa dependencia.

El nombre de la magistrada volvió a mencionarse el 20 de mayo recién pasado, luego de la captura de su hijo, Otto Molina Stalling, ligado a una investigación por la adjudicación irregular de un contrato que el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) hizo con Droguería Pisa.

Molina Stalling es señalado de que, en su calidad de asesor del presidente de la Junta Directiva del IGSS, Juan de Dios Rodríguez, habría acordado con otra persona y un empleado de la Droguería que esta sería beneficiada con el contrato para brindar tratamiento de diálisis peritoneal a enfermos renales afiliados al Seguro Social.

Vida pública

Stalling Dávila ingresó en 1974 en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Un año después se casó. Para finales de la década tenía dos hijos y había abandonado sus estudios. Al regresar a la Universidad, en 1980, se involucró en los procesos de elección de decanos, vocales y rectores.

En la misma época logró una plaza en el OJ, como conserje de una sala de Apelaciones del ramo Civil.

Desde 1982 y por los siguientes seis años vivió junto a su familia, en Alemania, debido a que su entonces esposo, el coronel y médico Julio Edmundo Molina Avilés, obtuvo una beca para estudiar un doctorado en ese país.

Continuidad

El presidente de la CSJ, Josué Baquiax, afirmó ayer que convocará al pleno para discutir si Stalling Dávila debe separarse del cargo, debido a que su hijo es vinculado con el caso del IGSS.

“Si me dicen que hay clamor popular, de conformidad con la práctica puedo convocar en cualquier momento que se estime necesario”, indicó Baquiax. Agregó que la decisión de retirarse es “eminentemente” de la magistrada.

Ayer, el grupo de encadenados hizo un plantón frente a la CSJ y solicitó la renuncia de Stalling Dávila, por los señalamientos en su contra.

Se buscó la opinión de la magistrada, pero no contestó a las llamadas a su teléfono móvil.

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