Guerra en tiempo de paz
Las cifras del conflicto armado interno (1960-1996) registran 200 mil víctimas y desaparecidos, según los informes de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH) y de Recuperación de la Memoria Histórica (Rehmi), lo que señala una media de cinco mil 500 muertes al año.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) contabiliza, entre el 2007 y el 2011, 30 mil 212 muertos, es decir, una media de seis mil 42 homicidios por año. Si a esa cifra se suman los muertos de este año, la cantidad llega a los 34 mil 396, es decir, cinco mil 732 homicidios por año.
Esos datos suponen más muertos por año después de la firma de la paz que durante los 36 del conflicto armado.
Sin estar en guerra, Guatemala tiene al menos 20 municipios que, por sus tasas de muertes, son territorios en conflicto, según índices de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo con la ONU, el índice de homicidios arriba de 80 muertes por cada cien mil habitantes es comparable a un país en guerra.
Guatemala tiene municipios como Nueva Concepción, Escuintla, donde en el 2011 hubo 171 homicidios por cada cien mil habitantes, el más alto, seguido por Esquipulas, con 139.1 por cada cien mil habitantes.
Mauricio López Bonilla, ministro de Gobernación, coincide en que en los siguientes 16 años, incluido el de su administración, se han reportado más muertos que durante la guerra interna, y explica que se debe a la falta de estrategias de prevención.
El INE contabiliza en los mismos cinco años, además de 30 mil 212 homicidios, 34 mil 491 personas afectadas por lesiones.
En cuanto a los homicidios, el arma de fuego es la más usada en estos crímenes, seguida por las armas blancas y estrangulamiento.
La violencia también sigue siendo expresada con abusos sexuales. Entre los del 2007 y los del 2005, el INE registra un aumento de 135 por ciento.
Las lesiones con arma no dejan solo pérdidas para quien queda herido, sino afectan a la familia, según el psicólogo forense Carlos de León Zea.
Sin embargo, las pérdidas van mucho más lejos, según el informe “Guatemala en la encrucijada, panorama de una violencia transformada”, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), esto significa Q17 mil 900 millones perdidos al año en salud, economía y seguridad privada.