Los inmuebles fueron vendidos a las forestales Ceibal y Chaklum, en el 2011, las cuales pagaron con ocho cheques por un total de US$3 millones 132 mil 572 —Q24 millones 56 mil 827, según el cambio de ese momento—.
Amenazas y engaños
El MP señala que en los casos de compraventa la estructura habría amenazado a los legítimos dueños de las fincas para que aceptaran las ofertas de compra.
Consta en los documentos que los inmuebles fueron vendidos por entre Q1 mil y Q1 mil cien.
Otro aspecto que llamó la atención de la Fiscalía es que en la mayoría de los documentos figura como testigo Gustavo Adolfo Ramírez Ortiz, quien aseguró al momento de firmar las escrituras de traspaso que conocía a las personas que vendían los terrenos y que estaba frente a ellas, aunque varias ya habían muerto.
También despierta sospecha que muchos de los documentos fueron redactados en el mismo lugar, fecha y hora, por el mismo notario.
El caso, denominado Génesis, fue denunciado por la Intendencia de Verificación Especial de la Superintendencia de Bancos, el 31 de julio del 2013.
Ganancias millonarias
Las investigaciones detallan que los señalados habrían obtenido ganancias millonarias.
Parte de las pesquisas comprenden el análisis del movimiento financiero en cuentas bancarias de los sospechosos.
La cantidad que las forestales Ceibal y Chaklum pagaron por las 28 fincas fue de Q24 millones 56 mil 827.
Wálter Obdulio Mendoza Matta, señalado como presunto jefe de la estructura, habría recibido unos Q3 millones 185 mil 585.
Se cree que Gustavo Adolfo Ramírez Ortiz obtuvo Q1 millón 293 mil 790. Su función en la estructura fue de testigo en compraventas.