La otrora secretaria general y su exjefa, Roxana Baldetti, es la que le daba las órdenes para hacer todo o, como el mismo Monzón lo dijo, para hacerla de “mil usos”.
La exvicepresidenta, según el testimonio de Monzón, era la que decía qué comprarle al exmandatario Otto Pérez Molina y qué personas debían involucrarse en la adquisición de un helicóptero, una lancha, y una moto, entre otros bienes.
Alejandro Sinibaldi Aparicio, quien fue secretario general adjunto uno y candidato presidencial, habría colaborado con Q2 millones 500 mil y US$245 para regalos al entonces binomio presidencial. Ahora tiene orden de captura internacional.
El otro hombre fuerte del partido, Mauricio López Bonilla, también es señalado por la “coperacha” para regalos al entonces gobernante, porque habría entregado dinero en efectivo en la sede del ministerio de Gobernación. El también exministro del Interior era secretario general adjunto dos del PP.
Baldetti es retirada de la CSJ por custodios del SP. @prensa_libre pic.twitter.com/Pd9V9b4CyX
— Jerson Ramos (@Jerson_Ramos_C) June 16, 2016
La vocal nueve, Daniela Beltranena, y también de confianza de Baldetti, era una operadora que buscaba más de algún regalo para Pérez Molina y, en el caso de un helicóptero, buscaba recibir comisión, de acuerdo a lo comentado por Monzón Rojas.
Beltranena también es señalada por la Cicig y el MP de crear plazas fantasmas para allegados.
Monzón también delató al exalcalde de Santa Catarina Pinula, Antonio Coro, quien fue vocal 13 del comité ejecutivo del PP.
“Tono Coro”, como lo menciona el principal colaborador eficaz en varios casos, habría pagado Q50 mil mensuales a Baldetti a cambio de que empresas del entonces alcalde fueran contratadas por el Registro de Información Catastral (RIC), donde también gestionaba plazas fantasma.
Otros personajes del comité ejecutivo patriotista no son mencionados por Monzón en su declaración, pero enfrentan señalamientos de corrupción, como Carlos Batzín, exvocal del PP y exministro de Cultura y Deportes, quien tiene arresto domiciliario y es procesado por fraude.
Pedro Muadi, quien fungió como secretario adjunto cuarto y expresidente del Congreso, está en prisión preventiva por plazas fantasmas en ese organismo.