Justicia

Los imitadores, el grupo que controla el 75% de las extorsiones

Las autoridades aislaron a los supuestos extorsionistas para evitar que más llamadas salieran de las cárceles, pero hasta ahora parece que el plan no funcionó del todo.

Las autoridades efectúan allanamientos en un caso de extorsión. Foto Prensa Libre: MP. .

Las autoridades efectúan allanamientos en un caso de extorsión. Foto Prensa Libre: MP. .

Las extorsiones siguen siendo un delito sin control, y aunque en el 2020 hubo una reducción de estas denuncias, conforme el país reabrió la economía las bandas criminales volvieron a activarse.

 

Entre marzo y julio, lo que duró el confinamiento parcial del país por la pandemia de coronavirus, las denuncias por extorsión disminuyeron, pero las cifras volvieron a alcanzar los niveles del 2019 en cuanto la economía se activó, afirma Raúl Figueroa, fiscal adjunto de la Fiscalía contra las Extorsiones.

La Fiscalía sostiene que los grupos denominados imitadores ganaron el territorio de los pandilleros el año pasado y se enfocaron en las extorsiones a residencias particulares y a personas individuales, principalmente. Las pandillas, dedicadas en gran medida a las exacciones a empresas, suspendieron sus actividades delictivas ante el paro económico.

Enero y febrero, según los registros de la Fiscalía, son meses en que las denuncias por extorsiones se incrementan. Así ocurrió en el 2019 y también en el 2020, por lo que la posibilidad de que se repita la tendencia este año es alta. Figueroa afirmó a principios del año que los cobros ilegales aumentan porque los extorsionistas buscan víctimas para el nuevo año.

Para la División Nacional contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas (Dipanda), de la Policía Nacional Civil (PNC), el mayor problema ahora son los “imitadores”, responsables de tres de cada cuatro extorsiones, principalmente a residencias particulares y a personas individuales.

David Boteo, jefe de Dipanda, considera que las extorsiones subirán, como las estadísticas lo confirman desde el 2016, en un alza constante cada año. Los responsables, asegura, son estos grupos, que sin ser pandilleros simulan serlo para intimidar a sus víctimas y conseguir la exacción.

El jefe policial afirma que los imitadores no tienen capacidad para atacar a sus víctimas, pero las pandillas sí tienen las herramientas para cometer un ataque armado o cumplir las amenazas contra quien se niega a pagar la extorsión, y ante ese temor las víctimas prefieren pagar, pues no saben de dónde viene realmente el delito.

Requisa en el sector 11, del Centro preventivo para varones de la zona 18.
(Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

Las pandillas actúan contra un tipo de víctimas, la mayoría empresarios, comerciantes y otros, pero cada día más reos las imitan y aprenden a extorsionar desde la prisión, explicó Boteo.

En cuanto a los registros oficiales, la PNC reportó en el 2019 que se recibieron 10 mil 948 denuncias de extorsión, el 75% cometido por imitadores, 17% por pandilleros del Barrio 18 y 7% por la Mara Salvatrucha.

“La única forma de bajar las denuncias de extorsión es atacando a los imitadores. Pero el éxito del 2020 fue que se bajó la cantidad de homicidios por extorsión. El año tuvo buenos resultados en la extorsión de pandilleros, en donde sí hay peligro para las personas. En el caso de los imitadores, es como un globo que cada día se va inflando más y más. Se puede decir que es incontrolable, porque está enfocado en el Sistema Penitenciario”, dijo Boteo.

A pesar de que en el 2020 se estuvo varios meses en confinamiento y hubo una reducción considerable en los índices de criminalidad, Dipanda reportó la captura de mil 456 personas señaladas por delitos relacionados con extorsión, y en el 2019 fueron mil 280.

En cuanto al combate de extorsiones cometidas por pandilleros desde prisión, Dipanda afirma que se está controlando y que el año pasado tuvieron números positivos, por el traslado de los cabecillas de la Mara Salvatrucha de Fraijanes 2 a un sector de Pavoncito, y la distribución de los cabecillas del Barrio 18 entre varias cárceles como Matamoros, Mariscal Zavala, entre otras.

En cuanto a los imitadores, al no existir una estructura criminal establecida las investigaciones no permiten identificar el origen y la coordinación de las llamadas, aunque estos grupos rara vez cometen ataques armados por incumplimiento del pago.
Boteo y Figueroa coinciden en que Pavón y Cantel son las cárceles de las cuales provienen más llamadas extorsivas.

Aislados

Carlos Morales, portavoz del Sistema Penitenciario, expresó que desde el año pasado comenzaron a instalar “lugares de reflexión”, en los cuales quedaban incomunicados los reos a quienes se les encontraba un celular o si se tenía sospecha de que hacían llamadas de extorsión, con el propósito de reducir esos delitos desde las prisiones.

“Los resultados fueron que esta medida se puso en marcha antes de que entrara el toque de queda. Se redujeron más del 60 por ciento las extorsiones. Hablo de Cantel y Pavón, porque ahí es donde más alertas tienen los de Dipanda”; afirmó.

El Sistema Penitenciario reporta que tiene 25 mil 233 privados de libertad, el 89% de los cuales son hombres y el 11%, mujeres. Además, 11 mil 298 están sentenciados y 11 mil 79, en prisión preventiva.

Mil 381 presidiarias están condenadas y mil 475 en prisión preventiva. La población reclusa permanece en ambientes que solo tienen capacidad para 6 mil 809 personas, por lo que se puede afirmar que las cárceles del país están sobrepobladas al 370%.

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