Según la Fiscalía de Delitos contra la Vida y la Integridad de las Personas y la Fiscalía de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal del Ministerio Público (MP), un juez de menores dictó auto de procesamiento por los delitos de asesinato en grado de tentativa, secuestro y motín de presos contra 20 menores de edad.
Los disturbios se dieron luego de que los detenidos tomaron a los monitores como rehenes, para exigir mejor alimentación, permiso para ingresar estufas para cocinar y visitas conyugales.
Los amotinados hirieron a los monitores con armas blancas y golpes en el cráneo, quienes al ser rescatados fueron ingresados a hospitales en donde se recuperan.
Según las pesquisas de los fiscales los internos que protagonizaron los incidentes pertenecen a la Mara Salvatrucha y a los paisas.
Ocho de los procesados, entre 16 y 17 años, serán investigados por los delitos de asesinato en grado de tentativa, plagio y secuestro, y motín de presos; mientras que el resto por secuestro y motín de presos. Todos quedaron en privación de libertad provisional.
En otra audiencia, un juez de turno ligó a proceso a los 22 mayores de edad por los delitos de motín de presos y plagio y secuestro. De dicho grupo, a tres les sumó asesinato en grado de tentativa.
El defensor de los implicados pidió que fueran enviados al Boquerón, porque sus representados le indicaron que son integrantes de la mara Salvatrucha y su vida corría peligro en otro centro, petición que fue negada y los enviaron al Preventivo de la zona 18.
El MP tiene tres meses para investigar y presentar una acusación formal.
Lizandro Acuña, experto del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), señaló que los menores en conflicto con la ley penal que cumple la mayoría de edad deben cumplir su sanción dentro de los centros de detención, pero tienen que ser separados de los menores.
Refirió que ante las peticiones de los privados en centros juveniles de que sean tratados como adultos, hay que recordar que la ley no es retroactiva y si ellos cometieron un delito siendo menores siguen bajo la tutela del Estado.
“Llama la atención el pliego de peticiones que hacen, prácticamente dicen que se siente más cómodos estar en un centro de privación de libertad para adultos que en uno para menores de edad”, afirmó.
Agregó que cometer algún delito dentro de los centros podría ser una estrategia para buscar ser trasladados a un centro de adultos en donde tienen mayor libertad y son lugares donde el Estado no tiene control del sistema penitenciario.
Acuña resaltó que en cuanto a la acumulación de penas, los menores deberían de terminar de cumplir su sanción en un centro de menores, y si fueran sentenciados por cometer otro siendo adultos posteriormente deberían de cumplir en un centro para adultos, ya que el Código Procesal Penal es claro en cuanto al procedimiento.