Una niña de 7 años salió a jugar el 1 de enero de 2023 con sus amigos a eso de las 14 horas. Jamás imaginó que ese sería el último día que los vería a ellos y a su mamá, que hoy está devastada y exige justicia por la muerte violenta de su pequeña.
Un hombre, con la complicidad de dos hermanos, la secuestró mediante engaños. Era su vecino y la llevó a una casa de su propiedad donde se presume que la agredió física y sexualmente. La investigación preliminar revela que estaba ebrio o bajo efectos de alguna droga. Sus hermanos le ayudaron para desaparecer el cadáver.
Sin embargo, la población en el lugar, que está organizada, comenzó la búsqueda desde entonces, pero el final fue trágico. La localizaron en una casa que está en el callejón donde muchas veces jugó con sus vecinos.
En el patio de una casa enterraron el cadáver de la menor y para cubrir sus huellas le colocaron una capa de cemento. Pensaron que así podría quedar impune el hecho.
Los sujetos querían ocultar el crimen contra la niña, que en las calles donde jugaba a diario, también caminaba hacia la escuela pública que está en el sector, fue vista por última vez.
Pero uno de lo tres implicados no pudo ocultar lo que habían hecho. Según la Policía Nacional Civil (PNC) confesó que uno de sus hermanos secuestró a la niña, abusó de ella, y luego con otro de sus hermanos ayudaron a enterrar el cadáver de Génesis Anayeli Ixcajop Cristóbal, de 7 años.
Ese testimonio llevó a fiscales del Ministerio Público y la PNC a la lotificación la Selva, en Ciudad Peronia, Villa Nueva. Allí se descubrió el macabro hallazgo.
A la par donde se había enterrado localizaron una mochila rosada y latas de cerveza. La Fiscalía contra Delitos de Femicidio está a cargo del caso y lo ha declarado bajo reserva.
Los vecinos al enterarse de lo sucedido fueron detrás de los hermanos. Querían linchar a Edwin Giovanni, de 28; Luis Ángel, de 30; y Jairo Daniel, de 33; todos de apellidos Chamalé Elías. Hasta ahora se desconoce quién de los tres fue quien asesinó a la niña.
A eso de las 23 horas los tres fueron detenidos por agentes de la PNC. En la comunidad los conocían por dedicarse a la construcción, pero también los señalaban de cometer abusos en contra de otros vecinos, especialmente de mujeres.
