El criterio constitucional obliga a que los actuales magistrados continúen en sus puestos hasta que se integre la nueva Corte. En este caso Valdés Quezada, por ser la vocal I, asumirá el cargo, ya que el actual presidente Néstor Vásquez Pimentel debe entregar la presidencia para la cual fue electo un año.
La relación de Valdés Quezada con Morales fue obvia desde el inicio. El 14 de septiembre de 2016 en un mensaje en su cuenta personal de tuiter, Valdés pidió que dejaran trabajar al mandatario: “Está tratando de hacer las cosas bien. Déjenlo trabajar en paz. Ni que fuera Harry Potter con varita mágica”, expresó la togada en respuesta a un tuit de la dirigente de Pro-Justicia, Carmen Aida Ibarra.
Valdés Quezada también se inhibió de conocer la solicitud de antejuicio en contra del mandatario Morales, quien fue señalado de recibir financiamiento electoral ilícito en su partido Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación). La razón de su inhibición, según expresó en septiembre de 2016, fue porque “siente cierta afinidad por el presidente”.
La carrera de Valdés Quezada ya había estado bajo el ojo crítico antes, por ejemplo, en marzo de 2015, cuando se empeñó en utilizar para uso personal un vehículo de lujo que estaba en custodia del almacén judicial. Se trató de una camioneta BMW modelo 2010, que le había sido otorgado por la jueza pluripersonal Ana Elsy Ramírez, decisión a la que se opuso el Ministerio Público.
La camioneta había entrado al país con documentación alterada y tenía reporte de robo en Morelos, México. Había ingresado al país en noviembre del 2013.
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Renunció, pero continúa
Este año, el 13 de junio, Valdés Quezada presentó su “renuncia irrevocable” a la CSJ en la que expuso que lo hacía por motivos personales y de salud, después de 35 años de trabajar en el OJ. Así mismo, planteo que su retiro sería a partir del 1 de julio del 2019. “Los motivos están vinculados a mi estado de salud y que he optado por no postergar más su atención”, indicó la magistrada.
El pleno de la CSJ, en el mismo comunicado de prensa expresó que era “respetuoso de la decisión de la magistrada Valdés”, y que la notificación de la renuncia sería presentada ante el Congreso de la República quien debía conocer el documento para nombrar a su sucesor.
Debido a que el Congreso se encontraba en receso, la renuncia de la magistrada fue conocida por el Legislativo hasta el 27 de agosto del 2019, pero la rechazó al aducir que la magistrada integraba la Comisión de Postulación de Magistrados de Salas de Apelaciones, por lo que seguir en el cargo.
En esa fecha, Oliverio García Rodas, diputado independiente, tomó la palabra y destacó que el 13 de agosto la magistrada había llegado al Congreso y fue juramentada como miembro de la Comisión de Postulación de Magistrados a Salas de Apelaciones, por lo que no podía renunciar porque significaría atrasar el proceso.
García Rodas destacó que el haberse presentado a ese acto era una manifestación de que deseaba seguir en el puesto y que aceptar la renuncia de la magistrada podría poner en peligro el trabajo de la Postuladora y posteriormente se podría culpar al Congreso de entorpecer el proceso.
Amílcar Pop, diputado de Winaq, concordó con el razonamiento de su colega y agregó que ante la duda lo más prudente era consultar a la magistrada si ratificaba su intención de renunciar como magistrada de la CSJ.
Luego de esos razonamientos el presidente del Congreso Álvaro Arzú Escobar realizó el llamado a votación y únicamente dos de 92 diputados presentes votaron a favor, por lo cual fue improbada el requerimiento de la magistrada y debió permanecer en el cargo.
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Frustrada presidencia
Silvia Valdés fue juramentada en octubre del 2016 como presidenta del Organismo Judicial para el periodo 2016-2017, pero en enero fue anulada la elección por decisión de la Corte de Constitucionalidad (CC). Este acto dejó sin materia la elección, al otorgar un amparo a la Fundación Myrna Mack, que accionó en contra de la designación de Valdés como presidenta de la CSJ.
La togada, quien ocupa el cargo de vocal I, fue electa el 26 de septiembre del 2016 como presidenta de la CSJ durante la primera reunión de los magistrados para elegir al presidente de la CSJ. Por ella votaron nueve magistrados -dos votaron por Delia Dávila- y se convirtió en la sustituta de Ranulfo Rojas Cetina, quien presidió el periodo 2015-2016.
Para la presidencia de la CSJ fue propuesta por Blanca Stalling.
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