Fiscales que participaron en el operativo describen en esta crónica lo que llaman “el condominio Oajaca” o “La mansión de La O”, un conjunto de casas propiedad de esta familia oriunda de Suchitepéquez.
A la banda liderada por Mynor Fabricio Oajaca Quiroa, el Ministerio Público la sindica de asociación ilícita, asesinato, conspiración para el asesinato, cohecho, obstrucción a la justicia entre una larga lista de ilícitos.
De buen gusto
En diciembre del año pasado la Fiscalía allanó por segunda vez las posesiones de la familia Oajaca. La primera vez ocurrió en el 2015, en esa ocasión las autoridades buscaron en 14 propiedaes indicios de supuestos vínculos con el narcotráfico que no pudieron ser comprobados.
El operativo comenzó a las 6 horas. Las fuerzas de seguridad pasaron primero por una garita de seguridad que da ingreso al condominio. Aunque los fiscales no precisan cuántas casas hay, afirman que las divide una larga calzada que llega hasta una rotonda.
“Aquí no van a encontrar drogas, lo único que van a encontrar es pisto porque ¡eso sobra!”, fue la expresión de uno de los integrantes de la familia Oajaca vinculada con negocios de furgones en la región.
La propiedad cuenta con una piscina de grandes dimensiones en forma de violoncello y jardínes, incluso loros y guacamayas a las que familia es aficionada. Estaban “registradas debidamente”, aseguran.
Los fiscales contabilizaron al menos 30 vehículos, entre ellos, una camioneta Hummer, media docena de carros Mercedes Benz de colección propiedad del patriarca de la familia. “Todos con sus papeles en orden”, aclara uno de las fuentes consultadas.
Las puertas y gradas de las residencias están hechas de las maderas más finas.
Después de una jornada completa los fiscales ciertamente encontraron dinero: US$20 mil 770, además Q34 mil 504, 67 mil 350 pesos mexicanos y 10 mil yenes, y además embalaron 11 armas de grueso calibre.