Alejos, quien se presentó este lunes ante el Juzgado, luego de permanecer dos meses prófugo, es sindicado por el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), de ser uno de los operadores principales de la red de corrupción llamada Negociantes de la Salud.
Esta estructura, por la que ya fueron enviadas a prisión preventiva 11 personas, presuntamente favorecía a determinados proveedores de medicamentos a cambio de comisiones.
La juzgadora se refirió a contradicciones en la declaración del exfuncionario, respecto a la propiedad de una computadora incautada, y dijo que en las escuchas telefónicas consta que no es el sindicado quien ofrece dinero, “pero es usted quien también se beneficia”, aseguró.
El empresario, ligado a varias farmacéuticas y exsecretario privado del expresidente de Guatemala Álvaro Colom, según las autoridades se “aprovechaba” de la “posición privilegiada” de algunos funcionarios dentro del Seguro Social, e incluso “realizaba gestiones” para que los médicos recetaran “un mismo medicamento”.
"Aquí me declaro inocente", dice Alejos a jueza Silvia de León. @prensa_libre
— Jerson Ramos (@Jerson_Ramos_C) December 28, 2015
Alejos está señalado de los delitos de asociación ilícita, tráfico de influencias y cohecho activo por la parte acusadora, que en base a escuchas telefónicas, documentos e informes contables, estableció la supuesta participación del empresario en la red.
El MP presentó el lunes varias escuchas telefónicas en las que se ponía de relieve la relación de Alejos con directores y financieros del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), así como su vinculación con varias empresas proveedoras de la entidad, como Droguería Colón, Evolución Farmacéutica S,A y Sabiapharma S.A.
Según la acusación, el empresario ejercía de mediador, favoreciendo la contratación de estos proveedores a cambio del cobro de comisiones.
Durante su declaración, celebrada en el Juzgado Sexto Penal, el exsecretario presidencial insistió en repetidas ocasiones en que no tiene ningún vínculo con ningún directivo, por lo que no existe el delito de tráfico de influencias, y que algunas de las pruebas son “suposiciones” o conjeturas, no hechos.
La red de corrupción, que operaba en el IGSS, fue desarticulada a finales de octubre por la Fiscalía y la Cicig.
El exsecretario privado de Colom logró evadir entonces a las autoridades, estuvo prófugo de la Justicia desde el 27 de octubre y tres días después, el 30, se emitió en su contra una alerta internacional en los 190 países donde tiene presencia la Interpol.