Esos delitos le fueron imputados por el presunto incremento injustificado de su patrimonio, ya que cuenta con bienes que sobrepasan su poder adquisitivo y resultan incongruentes con los ingresos que devengaba como empleada pública y como docente.
En el 2016, la justicia impuso a Reinoso una pena inconmutable de seis años por lavado de dinero; una de cinco años conmutables por enriquecimiento ilícito y fue absuelta de incumplimiento del deber de presentar declaración jurada patrimonial.
En total, Reinoso fue condenada a 11 años de prisión, pero únicamente purgaría seis, pues el Tribunal Tercero de Sentencia Penal determinó que el delito de enriquecimiento ilícito era conmutable y le fijó una multa de Q5 diarios para evitar los otros cinco años en la cárcel.
El Ministerio Público (MP) había apelado el fallo e indicó que las penas por los delitos de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito no son inconmutables.
El 1 de marzo del año pasado, la Corte de Constitucionalidad otorgó un amparo al Ministerio Público en cuyo fallo establecía que le revocaban el arresto domiciliario y ordenaba que regresara a prisión para que quedara en firme la sentencia del Tribunal Tercero que la condenó.
El MP apeló la sentencia en contra de la conmuta de la pena, a razón de Q5 diarios por el delito de enriquecimiento ilícito y el 1 de septiembre del año pasado, la Sala Primera de la Corte de Apelaciones modificó la sentencia, pues dejó en firme los 11 años de prisión inconmutables y agregó dos años más por incumplimiento del deber de presentar declaración jurada patrimonial.
Ahora Reinoso deberá pagar
- Seis años por lavado de dinero
- Cinco años por enriquecimiento ilícito
- Dos años por incumplimiento del deber de presentar declaración jurada patrimonial
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Total: 13 años
El caso
Según el informe pericial Reinoso canceló parte del enganche de su casa con “pagarés inusuales”. Solo el 54 por ciento de sus ingresos provinieron de sus salarios en el Organismo Judicial y las universidades en donde impartió clases.
El informe financiero elaborado por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, (Cicig) concluyó que los fondos nunca pudieron provenir del exesposo de Reinoso, Jorge Luis Paz Morán ni de su hija Pamela María Paz Reinoso.
El perito hizo énfasis en depósitos reiterados de Q40 mil en efectivo de los que no pudo encontrarse su origen.
En el informe ejemplifica que en una cuenta del banco G&T del 2012, Reinoso tenía un saldo de cero, y recibió créditos por Q346 mil 435.92.
De mayo del 2013 y junio del 2014 Reinoso incrementó su patrimonio en más de Q1 millón.