Pablo Ignacio Ceto Sánchez y Miguel Sanic Itzep están señalados de haber matado, junto a otros miembros del desaparecido Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), a más de 120 personas en la aldea Chacalté el 13 de junio de 1982, en el noroeste de Guatemala, indicó el ente en un comunicado.
“Actuando como dirigentes o comandantes del Frente Guerrillero ‘Ho Chi Min'” del marxista EGP, “atacaron a los habitantes de la aldea Chacalté con el objetivo de exterminarlos, en virtud de la negativa de colaborar con sus operaciones (subversivas) y por considerar que la comunidad estaba ubicada en un lugar estratégico para poder controlar el área”, detalló.
Ceto es directivo de una universidad comunitaria y fue candidato presidencial en 2019 por un partido político conformado por excombatientes, mientras que Itzep es representante de un movimiento de víctimas de la guerra. Ambos están acusados de asesinato y delitos de lesa humanidad.
Este lunes, autoridades efectuaron varios allanamientos en la capital y en Quiché (noroeste), donde ocurrió la matanza durante el conflicto armado interno en Guatemala.
La Comisión para el Esclarecimiento Histórico, auspiciada por la ONU, reseñó en un informe publicado en 1999 que la incursión de la columna guerrillera en Chacalté tenía como propósito “combatir” a paramilitares indígenas entrenados por el ejército, conocidos como Patrullas de Autodefensa Civil.
La guerra civil guatemalteca dejó unos 200 mil muertos y desaparecidos, según la Comisión, que concluyó que la mayoría de violaciones de los derechos humanos durante el conflicto bélico fueron perpetradas por fuerzas estatales, principalmente militares.
En 2014, la justicia local condenó a 90 años de prisión al exguerrillero Fermín Solano por la matanza de 22 indígenas en la aldea El Aguacate (oeste) entre el 22 y 25 de noviembre de 1988. Ésta es la única sentencia contra un alto mando insurgente por crímenes de la guerra civil.
El Ministerio Público (MP) informó que las diligencias coordinadas por la Unidad del Conflicto Armado Interno, de la Fiscalía de Derechos Humanos y la fiscalía regional, permitieron el secuestro de documentos y dispositivos móviles entre otros indicios que permitirán fortalecer la investigación del caso que se conoce como masacre de Chacalté.
Los cateos fueron en Nebaj, Quiché; colonia Centro América, zona 7 de la capital, y Sacoj Grande, zona 6 de Mixco, Guatemala.
Según el MP, los sindicados, en contra de quienes el órgano jurisdiccional competente dictó orden de aprehensión por los delitos de asesinato y delitos contra los deberes de la humanidad, debidamente organizados entraron a la aldea Chacalté por diferentes puntos, lanzaron piedras al techo de la iglesia, abrieron un agujero y tiraron una granada en su interior.
Las personas que se encontraban en el templo salieron huyendo, pero fueron alcanzadas por proyectiles de arma de fuego, lo que les causó la muerte, añadió el ente investigador.
“En ese lugar, en la escuela e ingresando de casa en casa, mataron a 120 personas, e hirieron al menos a nueve más, las cuales ostentaban la calidad de población civil, conforme el artículo 33 del Convenio IV de Ginebra, relativo a la protección de personas civiles en tiempo de guerra”, agregó.
Añadió que al finalizar la acción se apropiaron de los bienes de los vecinos, quemaron las casas y obligaron a desplazarse a los pocos sobrevivientes al centro del municipio de Chajul.
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— MP de Guatemala (@MPguatemala) December 23, 2024
Las diligencias coordinadas por la Unidad del Conflicto Armado Interno, de la Fiscalía de Derechos Humanos y la fiscalía regional, han permitido el secuestro de documentos y dispositivos móviles entre otros indicios que… https://t.co/7Jg4d3xWeA pic.twitter.com/MNwghekdyZ