Ese distintivo de dolor está colocado en la puerta de la farmacia que atendía a diario Ana Judith Veliz, de 53 años, pero el viernes pasado fue la última vez que abrió su negocio, por la noche fue asesinada.
El atacante vivió con ella dos décadas, su hijo, Marcos Josué Veliz, de 20 años.
El asesinato ocurrió el viernes 7 de enero por la noche y Marcos Josué luego de cometer el crimen mantuvo el cadáver unas horas adentro del apartamento en el que residía con su madre, según la investigación.
A doscientos metros de la farmacia funciona una subestación policial y a las 4.30 horas del sábado Marcos Josué salió del apartamento y caminó a la sede policial, encontró a dos agentes y les alertó del crimen que cometió.
Los investigadores policiales verificaron la escena del crimen y luego los peritos del Ministerio Público recogieron indicios, uno de ellos fue un martillo con el que se cree que Marcos Josué le pegó en la cabeza a su madre.
Además, se presume que el joven usó un cuchillo y con ese accesorio la agredió en la parte frontal de la cabeza.
Planificó crimen
El joven confesó a los policías que días antes planificaba matar a su madre y otra forma de hacerlo sería con medicamentos.
Marcos Josué les expuso a los policías que tenía discrepancias con su madre debido a que constantemente le regañaba por mantenerse muchas horas jugando en internet.
Otros inquilinos de la casa dijeron que no se percataron del crimen y que era habitual escuchar por las madrugadas que el joven se mantenía jugando en la computadora.
El domingo, Marcos Josué en el Juzgado de Mixco fue ligado a proceso penal por parricidio y fue enviado a prisión preventiva.
