Justicia
Jose Rubén Zamora culpa a Giammattei del “calvario” que dice haber vivido en la cárcel
El periodista Jose Rubén Zamora asegura que haber estado en prisión permitió quitarle el "disfraz de democracia" a Guatemala.
Jose Rubén Zamora, fundador de elPeriódico, permaneció en una cárcel durante más de 800 días. (Foto Prensa Libre: AFP)
Sentado en una silla en el patio de su casa, donde permanece bajo arresto domiciliario, el periodista Jose Rubén Zamora dice que haber estado en la cárcel permitió quitarle el "disfraz de democracia" a Guatemala.
Fue arrestado en julio de 2022 tras publicar en su diario elPeriódico casos de corrupción que salpicaban al entonces presidente Alejandro Giammattei (2020-2024). Su medio cerró en el 2023, mientras él estaba en prisión preventiva.
Vestido con camisa a cuadros y pantalón de mezclilla azul, el periodista de 68 años evocó en una entrevista las denuncias que lo llevaron a prisión en un polémico proceso considerado por organizaciones internacionales como de persecución a la prensa.
Declarado "preso de conciencia" por Amnistía Internacional, salió de la cárcel el 19 de octubre, tras más de 800 días, acusado de supuesto lavado de dinero y chantaje. También enfrenta cargos de la fiscalía por supuesta obstrucción a la justicia.
"Metamorfosis siniestra"
"En Guatemala tenías una clepto-narco-dictadura con disfraz de democracia, con una comunidad internacional que quería sentir que había hecho lo suficiente por Guatemala", dice Zamora.
"Querían ver que era un país con democracia, elecciones, libertad, y ahorita te diría, siento que tuve más impacto en dos años en la cárcel que en 30 años de periodismo, porque le quitamos su disfraz de marca a la democracia a la comunidad internacional, los vio desnudos, ese costo ya no se lo quitan", agrega.
Afirma que "no hay una democracia sin justicia, y sin libertad. La libertad no es un concepto filosófico, la libertad es existencial, la libertad se ejerce, es una conquista, y es todos los días".
Un tribunal otorgó a Zamora el beneficio de casa por cárcel por "razones de derechos humanos", tras comprobar que el "plazo de prisión (preventiva) ha excedido los límites".
En junio de 2023, un juzgado lo había condenado a seis años de prisión por lavado de dinero, pero la sentencia fue anulada y el juicio deberá repetirse.
Tras su arresto, su esposa y sus tres hijos se fueron a Estados Unidos para no correr la misma suerte.
México, Nicaragua, Venezuela
Zamora asegura que "la democracia en Guatemala y en países de América Latina tuvo una metamorfosis siniestra y una vez cada cuatro años elegíamos un presidente ladrón que cogobierna [...] con contratistas del Estado, con sindicatos del Estado, con el crimen organizado, con monopolios y oligopolios políticos y económicos".
"México, para mi criterio, es el caso más dramático, me parece que con los periodistas es impresionante, y se volvió normal que en esa guerra sorda mueran niños, niñas, trabajadores. Es el caso más dramático, y después por supuesto Nicaragua y Venezuela", indica.
Giammattei y la fiscal Consuelo Porras
Zamora arremete contra Giammattei, a quien considera responsable del calvario que ha vivido.
"La ignorancia es muy peligrosa y la ignorancia con poder es en extremo peligrosa. Giammattei es un pobre hombre, te diría es un hombre que tiene apoplejía moral, él siempre odió a la gente, él no está feliz con nada, pobre, es un pobre de espíritu", dice.
También fustiga a la fiscal general, Consuelo Porras, a quien señalan de haber lanzado una persecución contra funcionarios de justicia, periodistas, activistas y hasta el propio presidente Bernardo Arévalo, quien sucedió a Giammateti en enero pasado.
Asegura que Porras intenta "garantizar la impunidad y la corrupción".
"Yo lo he sintetizado de esta manera, digamos que el sistema no puede combatir la corrupción, el narco ni la impunidad, porque el narco, la impunidad y la corrupción son el sistema", señala.
"Me sentí libre"
Zamora explica que nunca sintió vergüenza por estar en la cárcel.
"Es extraño, aprendí a vivir ya con humildad, con paciencia, con fe. No me hicieron daño, lamento el tiempo que dejé de ver a mis hijos y a mis nietos y a mi esposa, pero me sentí libre, adentro de mí me sentí libre, me sentí digno, me sentí correcto, no me sentía avergonzado, siempre me sentí orgulloso", dice.
Ahora "estoy encerrado en este mausoleo, no puedo hacer nada, tengo que aceptar que soy como que si fuera un mono en la selva, no puedo determinar mi destino, entonces tal vez digamos (que ahora me dedico) a aprender a ser paciente, a ser humilde", concluye.