Con la ilusión de ayudar con los gastos del hogar, la niña, quien radicaba en Quiché, decidió viajar a la capital en el 2014 para conseguir empleo; pero por falta de preparación académica, no pudo trabajar sino como empleada doméstica.
La Fiscalía contra la Trata de Personas del Ministerio Público narró que los padres le dieron el visto bueno, llegó a la Ciudad de Guatemala y comenzó a laborar. Entre sus tareas estaba atender una tienda, de 5 a 22 horas, después debía lavar la ropa de sus patronos y limpiar la vivienda.
“Su jornada terminaba a las 24 horas, y se repetía de lunes a domingo”, explicó el fiscal.
Conforme pasaban los días las ilusiones de la pequeña se desvanecieron, pues a su corta edad el cansancio provocado por las largas jornadas fue su peor enemigo y la excusa para que su jefe la reprendiera con golpes.
“Algo que sorprendió fue observar que la niña, de piel morena, tenía sus manos blancas; al preguntarle qué le había pasado, aseveró que todos los días era obligada a lavar la ropa con cloro. Médicos la examinaron y concluyeron que padecía dermatitis severa”, explicó el fiscal.
Agregó: “Otras pruebas determinaron que sufría desnutrición aguda y que tenía golpes internos. La desnutrición fue provocada por la falta de alimentos”.
El fiscal aseguró que los padres fueron los que rescataron a su hija, luego de que no lograron comunicarse por varias semanas con ella, y fueron quienes presentaron la denuncia en el MP. “Durante el tiempo que laboró no recibió ningún pago”, dijo.
El hombre que la contrató fue capturado, y para septiembre próximo se programó la audiencia de fase intermedia, cuando el juez decidirá si debe enfrentar juicio oral y público.
Como este caso hay ocho expedientes en la Fiscalía, cinco de ellos ya judicializados —personas señaladas y capturadas—, y el resto en investigación.
El informe de Save the Children Rompamos las cadenas de la esclavitud infantil,establece que más de 40 millones de niños en el mundo trabajan como empleados domésticos.