Las pruebas incriminaron a Osorio como la responsable de haber matado a golpes a la pequeña, en agosto de 2012.
La sentenciada estaba acusada por los delitos de parricidio, maltrato a personas menores de edad, simulación de secuestro y simulación de agresión sexual.
La necropsia, utilizada como prueba en el juicio, determinó que la niña murió a causa de 52 golpes, aunque hubo golpes posteriores.
La pequeña Jennifer fue encontrada en la finca San Jorge, Villa Nueva, y la progenitora había alegado que la niña había sido víctima de secuestro. Sin embargo, fue capturada un día después, durante el velatorio.
El padre de la niña declaró en el jucio que intentó quitarle la custodia de su hija la madre, pero su petición no fue atendida.
Kevin Chinchilla, hijo de la mujer dueña de la casa donde Alquijay alquilaba un cuarto, declaró ante los jueces que ella golpeaba constantemente a la niña.
“La niña era feliz cuando estaba fuera de la casa, pero se ponía triste cada vez que regresaba, ya que no quería estar con su madre, pues ella le pegaba mucho”, testificó.
Con información de Hugo Alvarado