¿Cuál es el trabajo que se ha hecho en los tres meses de su gestión?
Se han realizado diagnósticos y análisis, así como procesos administrativos en busca de la transparencia y apertura de la fiscalización para la rendición de cuentas. En la parte operativa, se han desarrollado estrategias para fortalecer y mejorar los sistemas de inteligencia con la finalidad de construir los escenarios adecuados y establecer las acciones preventivas para anticiparse a los hechos criminales; esto es, generar condiciones de alertas para evitar hechos delictivos.
¿Cuál sería el obstáculo para la inteligencia civil en el país?
Yo considero que una parte toral es la parte administrativa, tomando en cuenta que son fundamentales para que las instituciones se desarrollen, porque ella dota de los insumos necesarios para el personal que lleva a cabo la parte operativa. Entonces, lo más difícil es empalmar las dos áreas, porque es obvio que hay actos confidenciales; pero lo relativo al presupuesto, eso es fiscalizable.
Además, se tiene que hacer una reestructuración para buscar los perfiles adecuados del personal de inteligencia civil.
¿Cómo encontró la Digici?
La institución fue objeto de investigaciones el año anterior y de alguna manera atrasó algunos procesos administrativos que son los que hay que arreglar para que la estructura funcione. Es un compás de espera dentro de un proceso normal para que la institución vuelva a funcionar adecuadamente y generar todo lo que tiene por competencia legal. La institución no detuvo sus actividades, pero su proceso fue lento.
¿Cuáles son los aportes en materia de seguridad al país?
Se han llevado a cabo varias acciones de inteligencia como el caso del artefacto explosivo del bus en San José Pinula. Se trabajó el caso y se remitieron los informes al ministro de Gobernación, Francisco Rivas. Además se ha trabajado en la desarticulación de las pandillas 18 y Salvatrucha.
Aclaro que la desarticulación es la anulación del grupo criminal, en este caso, las clicas de ambas maras que se han dedicado a extorsionar. Se ha desestabilizado a estos grupos, y consiste en investigar a los pandilleros, pero se golpea solo una parte.
Entre algunos están la banda Ramos, que es una organización criminal que saqueaba inmuebles en zonas exclusivas y residenciales. En el tema de pandillas se puede citar a los grupos que operaban en San Miguel Petapa.
En el caso de los desmembramientos también se ha trabajado y se han enviado los informes de inteligencia para que los entes encargados procedan en la siguiente etapa para judicializar los casos y la investigación para la detención de agentes de la Policía Nacional Civil que están involucrados en el narcotráfico.
Se han desarticulado tres estructuras criminales, seis han sido desestabilizadas, y se tiene localizaciones de armas.
Además, en tres meses se han generado un aproximado de 140 alertas para prevenir hechos delictivos y salvaguardar vidas de guatemaltecos.
¿La Digici hace el trabajo con apoyo de otras instituciones?
La inteligencia civil tiene una organización para desplazarse o desplegarse por sí misma, la parte de obtención de información y de análisis, y después se procede a elaborar el informe que se entrega al Ministerio de Gobernación, ya en conjunto con las unidades se toman las decisiones que corresponden, pero a la Digici solo se le permite hasta la fase de la elaboración de informes, más allá ya no es de su competencia las etapas que le siguen para que llegue a ser un caso judicializado.
La Digici forma parte del Sistema Nacional de Seguridad y por ello nosotros vamos más allá y queremos llegar a ser una institución que sea capaz de construir escenarios para evitar hechos criminales y esa es nuestra apuesta para salvaguardar la vida de los guatemaltecos.
¿Cuál es la situación de la incidencia criminal en el país?
Yo veo una situación. En estos tres meses, si uno hace el recuento de cuántas personas han sido capturadas es claro ver que sí hay un combate al crimen estructurado y la delincuencia común, entonces veo que se está dando una respuesta, pero falta más tiempo.
¿Qué lectura le da a los hechos criminales en la capital? ¿Se trata de rivalidad de pandillas, y por qué alcanza a la ciudadanía?
Tenemos en lo común dos pandillas, estas rompieron tratos en su momento y actualmente son rivales y entonces se atacan entre sí, pero los ataques hacia la población no es más que una forma de las maras de obtener una cierta cantidad de dinero. El Estado tiene que ubicarlas, desarticularlas o desestabilizarlas.
Mi impresión es que se está controlando esta forma de actividad criminal, aunque lleva su tiempo.
¿Hay una amenaza contra las adolescentes por parte de las pandillas?
Ese tema es preocupante y se está trabajando en la investigación, porque se tiene que establecer qué es lo que está pasando porque estas situaciones son muy particulares.
Un aspecto importante es que el rechazo a una pretensión no precisamente estará vinculado a las pandillas, aquí llama la atención porque son pandillas las señaladas, pero hay casos similares que no están relacionados a las maras.
Tenemos que hacer un análisis para determinar si es una evolución de las pandillas o un empoderamiento de estos grupos criminales sobre las menores de edad en los sectores donde operan las maras.