La decisión de habilitar un penal en las instalaciones militares surge luego que se registrara hacinamiento de los privados de libertad y se hayan tenido que usar carpas en un área aislada en el centro de detención Mariscal Zavala, en zona 17.
El nuevo caso de corrupción La Cooperacha, también obliga a las autoridades a garantizar seguridad a los privados de libertad, entre ellos el exminsitro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, los exministros de la Defensa Nacional, Ulises Anzueto y Manuel López Ambrosio.
El acuerdo ministerial 263-2016 establece que la capacidad de la cárcel en el cuartel militar es para 32 privados de libertad.
“En el centro de detención únicamente podrán ser recluidas las personas civiles o militares, cuando por su condición presenten eminentes riesgos que atenten contra su vida e integridad personal o de otras circunstancias análogas determinadas por el Ministerio Público y el juez competente”, detalla el acuerdo del Mingob.
El acuerdo permite el acceso a la cárcel de familiares y personas vinculadas al proceso penal que enfrenten los privados de libertad.
“La Dirección General del Sistema Penitenciario deberá garantizar el acceso a los abogados, familiares de las personas privadas de libertad, funcionarios del Ministerio Público, Organismo Judicial, Instituto de la Defensa Pública Penal, Procuraduría de los Derechos Humanos y otros organismos de control judicial del Estado, al lugar que para el efecto se determine. Además, velará por el debido cumplimiento de las garantías y derechos mínimos que establece la Ley del Régimen Penitenciario”, determina el acuerdo ministerial.
Hacinados Mariscal Zavala
Prensa Libre comprobó que buena parte de los detenidos en la denomina “cárcel de los políticos” duermen en carpas debido a que Mariscal Zavala sobrepasó su capacidad con 60 internos más de su cupo normal.
Según el SP, había en ese centro de detención 195 reos —60 más de su máxima capacidad—.
“El rincón típico de Omar” o “La cocina de Lupita” es el comedor que distribuye para algunos de los detenidos almuerzos de martes a domingo, pues los lunes se descansa.
El dueño es el exjefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) Omar Franco, quien vende almuerzos a Q25, con ayuda de su esposa Guadalupe.
Franco es además el vocero de uno de los tres sectores en los que, en teoría, se divide el centro de detención. La distribución vista así excluye el área en donde se encuentra el expresidente Otto Pérez; su yerno, Gustavo Martínez; Gustavo Alejos, así como militares de baja que se encuentran en otro lugar.
En la demarcación en donde se encuentra la mayoría de los detenidos no hay agua. Ellos pagan una pipa para garantizarse el abastecimiento.
En cada una de las tres “cuadras” un promedio de 23 detenidos comparte dos duchas y dos sanitarios.