Los estudiantes de biología murieron el 31 de marzo de 2012, en un río dentro de las instalaciones de la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGC) en Izabal, en la costa atlántica del país.
“Esa noche los estudiantes salieron en un cayuco y por causas que investiga el Ministerio Público volcó”, explicó la nota de prensa, en referencia a la excursión universitaria donde los alumnos pretendían monitorear el comportamiento de cocodrilos.
En el vehículo también iba un biólogo a cargo de la excursión dentro de la CGC, Lemuel Valle, quien sobrevivió al supuesto accidente.
Valle ha asegurado a medios locales que el cayuco volcó debido a que uno de los estudiantes se puso de pié y volvió inestable el vehículo, provocando la caída al agua de sus cuatro pasajeros.
“El fiscal a cargo de la investigación estima que los informes sean entregados dentro de 25 días”, precisó el MP.
Los restos de Ángel Rodolfo de León Palacios, Juan Carlos Velásquez Marroquín y Nahomi Lara Orellana fueron exhumados el miércoles en tres cementerios privados.
De León Palacios tenía 21 años al momento de su muerte, mientras que Lara Orellana recién había cumplido 22. Velásquez Marroquín tenía 24.
El Ministerio Público aseveró que presentará “el acto conclusivo” el 15 de abril próximo ante un juzgado de Izabal, que “decidirá si va a juicio oral y público” para eximir responsabilidades.
Cuando se cumplieron dos años de la muerte de sus hijos, las madres expresaron que las autoridades deben continuar adelante con la investigación hasta que quede esclarecido.