En esa visita, en la que participarán Aldana y los fiscales de El Salvador y Honduras, Douglas Meléndez y Óscar Fernando Chinchilla, respectivamente, los jefes de los MP de los tres países se reunirán con funcionarios de los Departamentos de Justicia y de Estado de EE.UU.
“Es con ellos con quienes manejamos las diversas cooperaciones los tres países”, resumió Aldana, que también adelantó que tendrán un encuentro con los funcionarios que coordinan el plan Alianza para la Prosperidad, para destacar “la importancia de la participación de los fiscales en este programa”.
Aldana asegura que hay necesidad de unir fuerza entre los países para combatir al crimen organizado. pic.twitter.com/zhdBjrAxjI
— Carlos Álvarez (@calvarez_pl) February 8, 2017
Guatemala integra, junto a El Salvador y Honduras, el conocido como Triángulo Norte de Centroamérica, una de las zonas del mundo más violentas pese a que no se desarrolla una guerra convencional.
Esta condición afecta gravemente la vida de la región, marcada por la pobreza, que ha decidido emigrar de forma masiva a Estados Unidos y México, como principales destinos.
Meléndez Ruíz, dice que algo que afecta directamente a ciudadanos, aparte del crimen organizado y violencia, son los delitos de corrupción. pic.twitter.com/Vt5LWDQ41G
— Carlos Álvarez (@calvarez_pl) February 8, 2017
Para hacer frente a esta violencia y a la falta de oportunidades que provoca la inmigración, en febrero de 2016 el entonces presidente de EE.UU., Barack Obama, solicitó al Congreso una partida de US$750 millones de ayuda a Centroamérica dentro del presupuesto de US$50 mil 100 millones para el año fiscal 2017.
Esos US$ 750 millones se sumarían a una cantidad igual aprobada por el Congreso de ese país en diciembre pasado, para afianzar el fortalecimiento institucional de los países de origen del mayor grueso de indocumentados: Guatemala, El Salvador y Honduras, bajo el conocido Plan de la Alianza para la Prosperidad.