La Fiscalía contra la Corrupción (Feci), pidió suspender la audiencia por la ausencia del empresario israelí Uri Roitman, quien habría vendido la solución para el lago.
El juez resolvió dar un plazo de 48 horas para determinar si el empresario puede comparecer a las audiencias. Roitman ha buscado frenar su persecución penal con el argumento de incapacidad mental.
El juzgador indicó que el psiquiatra del Instituto Nacional de Ciencias Forenses debe comparecer este viernes, ante “ciertas contradicciones”, señaladas por la Feci.
Por su parte la defensa de los señalados pidió que la Contraloría General de Cuentas, Procuraduría General de la Nación y Comisión Internacional contra la Impunidad, no sean querellantes definitivos.
En la audiencia estaba programada la presentación de la acusación formal contra los implicados y solicitar el envío a juicio por asociación ilícita, fraude y cohecho pasivo.
Los implicados aprovecharon para solicitar la revisión de sus medidas cautelares.
La exmandataria Roxana Baldetti, una de las principales en el caso, ha sido vinculada por la Feci de haber utilizado su poder político para otorgar la concesión de un contrato para la limpieza del lago de Amatitlán por Q137.8 millones a la empresa israelí M. Tarcic Engineering LTD.
Junto a ella están 14 procesados más, entre ellos su hermano Mario Alejandro, quien habría sido intermediario entre la empresa y el Estado, y fue quien coordinó las operaciones para realizar la operación fraudulenta, ha dicho la Feci.
Otro de los señalados es el excomisionado presidencial del Agua, Pablo Roberto González Córdova, a quien acusan de hacer creer que el proyecto sanearía el lago de Amatitlán.
El “fraude”, como ha sido señalado por la Fiscalía, comenzó con la intención de descontaminar el lago de Amatitlán, iniciativa del gobierno del Partido Patriota.
En varias ocasiones la entonces vicepresidenta Roxana Baldetti visitó el lago y afirmó que tenían una solución para comenzar a sanear el agua.
De esa forma fue gestado el negocio con la israelí, quienes presentaron su fórmula que fue custionada por universidades y académicos. Estudios futuros determinaron que la “fórmula mágica” era agua con sal.