Guatemala

Mujer ordenó matar a su esposo por dinero

Mónica de Jesús Rivas Gil, de 43 años, fue detenida el domingo último por ser la supuesta autora intelectual del asesinato de su esposo Byron Giovanny Andrade, 52, ocurrida en 2011.

Mónica de Jesús Rivas Gil fue capturada por la Policía Nacional Civil por posibles vínculos con la muerte de su esposo, Byron Giovanny Andrade Salazar. (Foto Prensa Libre: Policía Nacional Civil)

Mónica de Jesús Rivas Gil fue capturada por la Policía Nacional Civil por posibles vínculos con la muerte de su esposo, Byron Giovanny Andrade Salazar. (Foto Prensa Libre: Policía Nacional Civil)

La Policía Nacional Civil (PNC) la detuvo en el Aeropuerto Internacional La Aurora, cuando regresaba de viaje de Estados Unidos.

El fiscal Leonel Ramírez dijo este lunes en conferencia de prensa que Rivas Gil había ordenado el crimen para obtener beneficios económicos de la víctima.

Para eso se apoyó en su hermano, Danilo Henry Rivas, y el colombiano Jaime Barona Cordobé, 55, -detenidos también ayer en Purulhá, Baja Verapaz, y un residencial del km 14.5 de la ruta a El Salvador, respectivamente.

Barona, amigo de la víctima, contactó a una banda de sicarios para que asesinaran a Andrade y dio información sobre los lugares que frecuentaba.

Fue así como la víctima fue baleada el 11 de junio de 2011 en el interior del Complejo Deportivo Perfect, ubicado en la 19 avenida 15-90 zona 10, y murió posteriormente. En el mismo lugar se encontraba el hijo de la víctima, Byron Giovanny Andrade Chacón, 22, quien también resultó herido de bala.

A los tres se les señala por el asesinato de Andrade Salazar, cuya pena puede ser de 25 a 50 años, y por tentativa de asesinato contra Andrade Chacón, que tiene de ocho a 17 años de prisión.

Rootman Pérez, secretario de Política Criminal del MP, dijo que el movil del crimen obedece a obtener beneficios económicos del empresario, valorados en Q40 millones, de acuerdo con las investigaciones.

Crimen

Andrade Salazar era dueño de la empresa de seguridad privada de nombre Recovery y se encontraba en el referido inmueble en compañía de cuatro guardaespaldas.

La empresa participaba en un campeonato de futbol y empleados de la víctima integraban el equipo. Andrade Salazar observaba el partido cuando hombres armados ingresaron al lugar y le dispararon.

Sus guardaespaldas lo habían dejado solo, lo cual hizo más facil a los sicarios el atentado.

Ocho hombres fueron juzgados y condenados como responsables del crimen, entre quienes se encontraban los guardaespaldas de la víctima, de quienes se demostró formaban parte del grupo que ultimo al empresario.

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