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Eliseo Quiñonez: “Se necesita una reestructuración del MP”

Eliseo Quiñonez Villagrán compite por la jefatura del Ministerio Público en el actual proceso de postulación.

Eliseo Quiñonez Villagrán

Eliseo Quiñonez Villagrán compite en el actual proceso de postulación para fiscal general. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos)

Con 20 años de trayectoria dentro del Ministerio Público, Eliseo Rigoberto Quiñónez Villagrán asegura que es un fiscal intachable.

Propone hacer una reestructuración de la institución para dotar a las fiscalías distritales de recursos humanos y económicos que les permitan a los agentes fiscales investigar con mayor celeridad y objetividad los casos que se les asignan.

¿Qué lo motivó a postularse al cargo de fiscal general y jefe del Ministerio Público?

En principio yo tengo un compromiso con la justicia en mi país. Hace 20 años llegué al Ministerio Púbico y mi intención fue hacer un buen trabajo. Siempre he pensado que nuestro país merece mejores cosas, pero por causa de la impunidad y la corrupción no alcanzamos esos progresos.

Por otro lado, en la coyuntura política actual de nuestro país no hay una adecuada persecución penal. Hemos visto en los últimos dos períodos de fiscales generales cómo ha habido virtualmente un enfrentamiento de un sector contra otro. Eso no debe ser así, porque la persecución penal debe ser como dice la Constitución.

La misión del Ministerio Público es velar por el estricto cumplimiento de la ley, bajo el principio de objetividad. Solo se puede perseguir a alguien si comete un delito.

¿Cuál considera usted que deberían ser las estrategias legales para descongestionar el sistema judicial?

Mi plan de trabajo lo que establece es una reestructuración. Por ejemplo, se mira que se hacen 20, 30 o hasta 40 allanamientos diarios, pero los resultados son pobres. Se decomisan un poquito de droga, de marihuana, una pistolita o se captura a uno o dos —sindicados—, pero se están gastando los recursos del Estado.

Puede ver que tiene tres fiscalías contra la corrupción: la Fiscalía Especial contra la Impunidad, la Fiscalía contra la Corrupción y la de Delitos Administrativos. Las tres tienen un mismo propósito, pero ninguna de las tres da buenos resultados y esto es por causa de los intereses que hay detrás. En esas circunstancias las estrategias o la política para poder mejorar la función del Ministerio Público tiene que ser una reestructuración.

Otro ejemplo es que somos el único país en el mundo donde se roban las propiedades y tenemos una fiscalía para eso. Necesitamos una reestructuración que concentre los recursos y los optimice. Actualmente los recursos físicos, humanos y económicos no se utilizan debidamente.

¿Qué aspecto considera usted que debería fortalecerse o mejorar en el modelo de gestión integral de casos?

Tenemos que fortalecer el trabajo, reconcentrar el recurso que se pierde donde no están trabajando porque no hay movimiento delincuencial, y reubicar al personal en las fiscalías. Hay que proveerles de herramientas básicas de tecnología y otras de vanguardia para la investigación.

Las agencias fiscales tienen que ser reestructuradas y fortalecidas. Se deben poner a disposición de los agentes fiscales la Dirección de Investigación Criminalística y todos esos recursos que pueden transformar al Ministerio Público.

¿Cómo evitaría la inclinación en beneficio hacia partidos políticos, agrupaciones o personas en el ejercicio de la acción penal pública por parte de los funcionarios de la institución?

La misión del Ministerio Público es una: velar por la correcta aplicación de la ley penal. Nadie es superior a la ley, ni el presidente, ni el vicepresidente, ni los diputados, todos somos iguales ante la ley.

Nosotros somos técnicos, somos una institución auxiliar del sector justicia, somos una entidad autónoma que tiene que cumplir con el equilibrio previsto en la Constitución.

¿Cómo se asegura usted que sus acciones están impregnadas de objetividad, imparcialidad y se ajustan a la ley y tratados internacionales ratificados por Guatemala?

Yo tengo una trayectoria de 20 años y no tengo ninguna sanción. Los fiscales, jueces de nuestro país, me conocen, saben cuál es mi trayectoria y es limpia. Yo sé que, por esa trayectoria limpia, mis posibilidades de llegar a desempeñar el cargo son casi nulas, porque la gente que tiene principios o valores morales, inculcados en casa y en el ejercicio profesional, no le sirven al sistema corrupto en el que vivimos.

A mí me conocen lo jueces, saben que cuando ellos hacen algo indebido les interpongo un recurso y eso es lo correcto.

Yo le puedo garantizar a la población que entre los 15 candidatos, tal vez tres pudieran ser independientes. De esos, quizá uno tiene un doctorado y la otra tal vez tiene alguna experiencia fiscal, pero no tiene la experiencia que yo tengo.

¿Describa las iniciativas estratégicas que deberían llevarse a cabo en aras de cumplir con los objetivos institucionales y el mandato constitucional y legal?

Concretamente, el Ministerio Público debe ser reestructurado, porque no funciona. Si mira las fiscalías de sección, esas son las que tienen cuestiones específicas: narcotráfico, lavado de dinero, de la mujer, por ejemplo. Estas tienen jurisdicción en toda la república y hay que fortalecerlas dándoles más personal, más auxiliares, para que tengan menos casos y puedan investigar mejor.

¿Qué considera que sería lo más relevante para el jefe del Ministerio Público y fiscal general al momento de expresarse en público?

El respeto. El puesto hay que desempeñarlo con hombría, ese es mi caso. Yo me he enfrentado a todo tipo de criminales en nuestro país. A la población la trato con respeto y con bondad. Si son agraviados, les hago ver sus derechos, y si son sindicados los respeto. Y si tengo que hablar con la prensa, los periodistas están en la libertad de preguntar y yo debería tener la responsabilidad de decir, por ejemplo, ahora no puedo hablar porque el caso está bajo reserva, o decir cómo está el caso.