Los dos individuos, que cumplían condenas por asesinato y robo, señalaron a Howard Wilfredo Barillas Morales, a quien en ese mundo del crimen le han apodado el Matazetas.
Barillas Morales también cumple su condena en este lugar y no es la primera vez que toma medidas ilegales contra pandilleros dentro de ese centro de detención preventiva para hombres Pavoncito.
El domingo 30 septiembre del 2018, según una investigación oficial, Barillas Morales ordenó un ataque contra siete pandilleros del Barrio 18. En esa oportunidad su alianza con la MS-13 le permitió ejecutarlos.
Cuatro integrantes de la MS-13, por órdenes de Barillas Morales, según la investigación de aquel año, irrumpieron en las áreas cercanas al ingreso y asesinaron a los siete pandilleros.
Después del motín que propició este crimen, el Sistema Penitenciario (SP) trasladó al resto de miembros del Barrio 18 a otras prisiones y Barillas Morales se hizo con el poder total de la prisión bajo el amparo de integrantes de la MS-13.
Sin embargo, el poder que han mantenido hasta ahora podría estar en riesgo por disputas con líderes de la MS-13 y la primera alerta, y acción para lanzar un mensaje, fue el supuesto envenenamiento de cuatro privados de libertad, según la investigación del caso.
El SP confirmó que los privados de libertad Carlos Danilo Rosa Zelada, de 25 años, alias el brujita, y Jonathan Mejía Villanueva, de 20, murieron durante el almuerzo, entre las 12 y 14 horas, en el anexo B de esa prisión.
López Chanchavac y Oliva González murieron horas más tarde en el Hospital San Juan de Dios. De acuerdo con la versión que dieron otros reclusos a la PNC ese día las víctimas almorzaron un caldo de pollo al que supuestamente le colocaron la sustancia tóxica. Todo apunta que fue una encomienda.
La PNC y el MP investigan a trabajadores del SP y otros presos para determinar su alguien les colocó la sustancia a los alimentos. En una primera evaluación médica se determinó que era una sustancia organofosforada – pesticida -.
El primer informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) sobre la muerte de López Chanchavac y Oliva González es que fue por una pancreatitis.
“Las causas más frecuentes de una pancreatitis son alcoholismo y la segunda cálculos en la vesícula. También una pancreatitis puede ser producida por un envenenamiento, sin embargo, en estos casos aún están pendientes resultados de toxicología para determinar dicho extremo.”, informó la oficina de comunicación social del Inacif.
Pavoncito, su imperio
En la cárcel preventiva de Pavoncito, según datos oficiales del SP, Barillas Morales es uno de los 696 reos condenados que comparten territorio, aislados por sectores, con otras mil 406 personas que están detenidos en forma preventiva.
En esa prisión hay violadores, asesinos, homicidas por portación de arma de fuego, narcotraficantes y miembros de la MS-13. Hay otros que esperan por ir a un juicio. Es una de las cárceles sobrepobladas y hacinadas del país.
Desde el 2018 Barillas Morales controla la prisión, según han revelado varios internos, incluidos los dos que llegaron a la emergencia del San Juan de Dios y lo señalaron de estar detrás de su presunto envenenamiento.
El total de prisioneros en Pavoncito es de 2 mil 102, mientras que en los otros 22 centros carcelarios hay 22 mil 467 para una sumatoria total de población penitenciaria de 24 mil 569.
El director del SP, Joaquín Flores, aseguró que el caso está en investigación por parte del MP y la PNC y que ellos les apoyarán para determinar qué ocurrió dentro de Pavoncito con la muerte de estos cuatro privados de libertad. Por ahora no han revelado si habrá traslados de reclusos.
El ministro de Gobernación, Napoleón Barrientos, informó que se sabe que la muerte de los reclusos fue por intoxicación de alguna sustancia, pero que dejarán que sea el MP y la PNC quienes determinen si hubo mano criminal en el caso.
El analista en temas penitenciarios, Eddy Morales, quien también dirigió el SP entre 2008 y 2012, expresó que este incidente solo confirma que los privados de libertad son los que mantienen el control de las cárceles del país.
Reveló que en su experiencia puede haber tres escenarios que derivaron en el crimen contra los cuatro reclusos. El primero, que contrarios se infiltraron desde afuera de la prisión, llegaron a dejar una encomienda y así ocurrió el supuesto envenenamiento.
La segunda, según Morales, que haya sido una venganza de víctimas afectadas por el daño que causaron en algún momento. Y la tercera, una cuestión interna.
“Quizás la encomienda llegó bien, pero dentro del mismo centro penal le incluyeron el veneno porque había intereses para eliminarlos. Quizás es por reclusos que quieren tener el poder dentro de la prisión”, expuso Morales.
“No veo otras posibilidades. Y llama mucho la atención porque hay que recordar que los privados de libertad tienen sus tres tiempos de comida. Para eso se contrata a una empresa privada para distribuir la alimentación cada día.”, indicó
Morales se cuestionó: ¿Están consumiendo la comida que adquiere el SP? ¿Qué se hace toda esa comida? ¿La están desperdiciando? ¿Será necesario seguirla contratando? Quedan abiertas esas interrogantes”.
¿Quién es?
Howard Barillas fue arrestado en 2012 por las fuerzas de seguridad. Fue un 12 de junio y el operativo se desarrolló en la lotificación Villa Hermosa en la cabecera municipal de Jalapa.
Junto con él cayeron otros seis sujetos miembros de la banda los Artilleros, de la cual era el líder. Fue sentenciado a 31 años de cárcel por el secuestro de un poblador de Zacapa el 20 de abril del 2012 y cuyo rescate era de un millón de quetzales.
La familia les pagó a los Artilleros y dejaron en libertad a la víctima. Sin embargo, investigadores de la PNC y el Ministerio Público (MP) lograron aprehenderlos más tarde.
Más adelante le apodaron el Matazetas porque las autoridades allanaron una discoteca en Zacapa vinculada con Barillas Morales y localizaron un grueso arsenal. Según la investigación este sujeto y sus cómplices se enfrentaron en algunas ocasiones con miembros de los Zetas, que incursionaron en Guatemala entre 2008 y 2010 y causaron grandes masacres.
Ha estado preso en la cárcel de Fraijanes 2 y desde 2014 llegó a Pavoncito. Por la muerte de los pandilleros del Barrio 18 fue trasladado a Matamoros algunos días, pero volvió a Pavoncito, donde ha mantenido el control y que ahora podría estar en riesgo por lo que puedan hacer los MS-13 en venganza.
A Barillas Morales siempre se le ve con decena de reos como guardaespaldas. Otros prisioneros reciben sus órdenes y se encargan de controlar las encomiendas, las visitas y el ingreso de alimentos, bebidas, licores y droga, en particular marihuana, según las investigaciones oficiales.
Las pesquisas han determinado que para mantener el control cobra el 10 por ciento del valor de cada encomienda. También que el ingreso de la droga que vende se hace por barrancos y la puerta principal.
