Los hechos ocurrieron el 13 de agosto de 2022 y por la muerte de la mujer son sindicados Alma Alvarado, André Pinto y César Monzón, acusados de plagio o secuestro, violación con agravación a la pena y asesinato.
Alma Hernández, madre de la víctima, declaró ante el tribunal y pidió justicia para su hija.
En su declaración, Hernández indicó que la noche del 12 de agosto del 2022, su hija Yajaira salió con amigas a un restaurante en la zona 6 capitalina.
Explicó que a la 1 de la madrugada del 13 de agosto, Ajú salió del lugar en estado de ebriedad. El rapto habría ocurrido a esas horas, cuando no podía conducir su motocicleta.
Aparentemente las amigas dejaron sola a Ajú, y esta intentó irse en la moto, pero una de ellas le quitó la llave para evitar que se fuera.
Una de las amigas llegó a la casa de Hernández a entregarle el teléfono y la llave de la motocicleta que conducía Ajú.
La mamá de a víctima también contó en la audiencia que recibió una llamada telefónica al número de su hija y un hombre habló, y posteriormente, con el paso del tiempo y avance de las pesquisas, identificó que la voz correspondía a André Pinto.
Señaló que tras la llamada, ella quiso ir al restaurante a buscar a su hija, pero no consiguió a nadie que la pudiera llevar, por lo que al amanecer fue a la casa de su hija para ver si estaba allí, pero no la encontró.
Luego, otra persona la acompañó al restaurante y se llevó la moto de su hija y al poco tiempo recibió una llamada, pero eran las autoridades para decirle que fuera a reconocer el cadáver de su hija.
Hernández indicó que sus nietos, los hijos de Yajaira, han sufrido secuelas psicológicas. El menor, de 3 años, ha desarrollado problemas del habla. El mayor, Anderson García, intentó suicidarse y no quiere salir del cementerio en donde está enterrada su mamá.
“Lástima porque a veces uno destruye su propia vida. Los señores -sindicados- hicieron tanto daño, tanto a mí a mi persona, a mis niños, pero no se pusieron a pensar que le hicieron daño a sus hijos también y a ellos mismos”, dijo Hernández.
“Mi hija no era mala, mi hija estudiaba, mi hija trabajaba. No se merecía así. Si estos señores tuvieron tantas ganas o deseos por mi hija, no era la forma. A una mujer se le conquista, a una mujer se le cuida, a una mujer se le trata bien, no es a la fuerza, no de esa manera, ni lastimando ni golpeando de la manera que dejaron a mi hija”, comentó Hernández en la audiencia.
Yajaira Ajú falleció por asfixia o estrangulamiento a mano, según el reporte del perito del Inacif, Karina Maribel Gudiel. Encontraron signos de violencia, hemorragias por debajo de la piel en el tórax, vellos sueltos, desgarros anales con infiltrado sanguíneo.
Testimonio de la señalada
Alma Alvarado, una de las señaladas fue la única de los sindicados que declaró y contó su versión de lo que ocurrió.
Señaló que ella había solicitado un taxi por medio de una App, y llegaron a recogerla, André Pinto y César Monzón, este último el piloto del vehículo.
Explicó que Monzón le dijo que iban a llevar también a la novia de Pinto, y subieron al carro a Yajaira Ajú, quien estaba afuera del restaurante en estado de ebriedad.
El relato menciona que luego de un tiempo ella se dio cuenta que la mujer no era conocida de los dos hombres, pero estos la obligaron a participar en el hecho.
Los dos hombres habrían abusado sexualmente de Ajú y luego la estrangularon y abandonaron su cuerpo en una casa abandonada en la antigua ruta a San Pedro Ayampuc.