La investigación surgió por dos denuncias presentadas por la SAT en el 2015, en las instalaciones del Ministerio Público (MP), contra las firmas Desarrolladora Internacional DCI, S.A., y Grupo Nefma, S.A., por irregularidades con sus proveedores, según el MP.
El modo de operar del grupo criminal era similar al que usó Norman Tejada, representante del Grupo Pirca NFTV y Técnica Diesel, S.A., así como la empresa Tierras Nuevas, que vendieron facturas emitidas por empresas falsas o de cartón.
Debido al monto de la estafa fiscal, es el caso más fuerte de defraudación tributaria en la historia del país.
Detalles
La primera denuncia fue contra DCI, S.A., que es parte de la cadena de supermercados Walmart, según refirió el MP en conferencia de prensa.
Las unidades de División Cárnica de DCI tenían como gerente a Jorge Alberto Cabezas Goubaud y Abasto Cárnico tenía a Atilano de la Cruz Barillas. Ambas firmas tenían políticas internas de contratación de proveedores y la certificación para determinar quién entraba en el negocio de abastecimiento.
Según el MP, ambos ejecutivos evadieron los lineamientos y contrataron a proveedores informales a través de la estructura liderada por Estrada Cabrera.
“La gerencia evadió el reglamento de contratación de proveedores y utilizó una estructura dedicada a la defraudación para documentar con facturas de empresas de fachada o cartón las compras realizadas a ganaderos del sector informal”, explicó Mayra Véliz, secretaria general del MP.
Agregó que al evadirse los controles internos fueron asignados dos códigos de proveedor a las sociedades de fachada, creadas por la red dedicada a la defraudación. “El fin de la evasión era recibir una retribución económica o coima” por parte de estos dos personeros, detalló el MP.
Mario Pérez, investigador de la Fiscalía de Delitos Económicos, expuso que los proveedores de fachada que utilizaron estos exejecutivos son Sagu, S.A., y Petraria, S.A. Las dos firmas de cartón, según la Fiscalía, representaron a 104 ganaderos de Petén e Izabal.
“Lo defraudado por la entidad DCI, S.A., suma Q36.3 millones”, según el Ministerio Público.
Otra de las firmas que utilizó esta estructura para evadir al fisco fue el Grupo Nefma, S.A., quien también era proveedor de DCI, S.A. “Durante la diligencia la SAT detectó que utilizaron 294 facturas para simular la compra de ganado en pie de cuatro proveedores de primera línea que presentan inconsistencias. Las empresas de cartón eran también de la estructura de Estrada Cabrera”, detalló el investigador el MP.
Transportes Logísticos, S.A.; Agropecuaria Ganadera y Cafetalera Cabañas, S.A.; Agropecuaria La Encantada, S.A., y Agropecuaria Pasaía, S.A., son las cuatro entidades de Nefma.
“Lo defraudado por esta firma suma Q40.7 millones”, agregó la Fiscalía.
Modo de operar
Cabrera Estrada, con ayuda de cuatro notarios, buscaba a personas de bajos recursos y escolaridad, y les pagaba para que crearan empresas de cartón. Por esas acciones les pagaba hasta Q1 mil 500 mensuales.
Ya con las empresas creadas buscaban a clientes para ofrecer las entidades de fachada. Entre las dos firmas que contrataron los servicios se encuentran DCI, S.A. y Nefma, S.A.
Solórzano Foppa explicó que detectaron que la estructura creó 170 empresas de cartón que eran utilizadas para la defraudación por medio de la venta de facturas falsas, que incluía venta de carne y una variedad de productos a otros clientes.
Entre estas empresas de cartón en los últimos 10 años facturaron Q21 mil millones.
El Grupo Nefma S.A. habría defraudado al Estado por más de 40 millones de Quetzales. pic.twitter.com/pnrN8DUzdG
— MP de Guatemala (@MPguatemala) December 1, 2017
Ese monto de facturación no significa que automáticamente se haya generado el 12% del IVA, ya que muchos son proveedores de ellos mismos y porque son parte de una misma cadena. Es decir, el monto neto de facturación supuesta es de Q20 mil millones.
“Sin duda alguna es el caso más grande que se ha descubierto de defraudación por una trama en la venta de facturas. Estamos hablando de documentos falsos con Q21 mil millones en 10 años”, manifestó.
Añadió que de esos Q21 mil millones pudieron haber generado una defraudación de Q1 mil millones, por lo que se está profundizando la investigación.
El superintendente añadió que las facturas eran empleadas para justificar costos o gastos, así como elevar sus costos para pagar menos impuestos.
Este mecanismo es utilizado comúnmente por los compradores de facturas para llenarlos a su conveniencia.
El superintendente explicó que este caso está en línea de investigación de otras actividades agropecuarias, en las cuales se ha detectado facturación en la compra y venta de cardamomo y café.
Por este caso ayer se realizaron 26 allanamientos en diferentes partes del país. Fueron capturadas cuatro personas, entre ellas Miriam Yescenia Barrios Barrios de Miranda, De la Cruz Barillas y el cabecilla de la estructura.
Hasta el cierre de esta nota las diligencias continuaban.
Postura de las firmas
Las empresas Operadora de Tiendas y DCI hacen de conocimiento público lo siguiente: “Nuestras empresas se rigen bajo estrictas normas de cumplimiento a la ley en todos los mercados donde operamos”.
“Según lo dado a conocer por las autoridades judiciales y fiscales, una estructura criminal dedicada a la defraudación tributaria y que beneficiaba a principalmente a proveedores e intermediarios del sector cárnico, habría violentado nuestras políticas de compra y procedimientos de control, para defraudar al Estado guatemalteco, actuación que condenamos y repudiamos”.
“En seguimiento a lo dado a conocer este día, dos personas que desde hace varios meses atrás ya no laboran en nuestras empresas, de nombres Atilano de la Cruz Barillas y Jorge Cabezas Goubaud, se habrían prestado para favorecer a esta presunta estructura criminal”.
“Tanto Operadora de Tiendas como DCI, han sido víctimas de esta presunta estructura criminal, razón por la cual interpondremos todos los recursos a nuestro alcance para que se sienten las responsabilidades del caso, y coadyuvaremos a las causas judiciales que las autoridades han comenzado a procesar”.
Por aparte, ejecutivos de la empresa Delicarnes declararon que desde el 2015 ya no tenían relación con DCI porque dudaban de los proveedores que les facturaban y que al parecer no cumplían con el pago de impuestos.
Según directivos, el servicio que prestaban a esas empresas representaba el 80% de sus ingresos. Sin embargo, decidieron seguir otras estrategias, como ampliar sus puntos de ventas junto con la posibilidad de exportar carne a otros países.