Entre las pruebas, la Fiscalía de Delitos contra la Mujer presentó el informe psicológico del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, el cual establece que el sindicado tiene “perfil de rendimiento agresor; ausencia de sensibilidad; irrespeto personal; parasitismo y egocentrismo patológico de tendencia sádica”.
Traumatismo
Según la acusación del MP, De León Saldaña le decía a su esposa que debía someterse y aceptar lo que él decidía porque la Biblia así lo establece.
Ruth María Flores Hernández, su esposa, lo creyó tanto que los psicólogos le han diagnosticado síndrome de Estocolmo porque, pese a la violencia que sufrió por parte de su conviviente, lo visitó en la cárcel hasta que fue liberado, la semana recién pasada, al obtener arresto domiciliario.
Entre los abusos que cometía el médico contra la víctima figuran que le orinaba la cabeza, le escupía el rostro, la obligaba a desnudarse en la madrugada y, a manera de sometimiento, la tiraba al suelo y le ponía el pie encima.
En uno de sus últimos actos de maltrato la golpeó y le recordó que ya le había fracturado un brazo y una rodilla. “¿Ahora qué querés, que te mate?”, le preguntó, sin que ella pudiera responder.
En Costa Rica
Los abusos y el maltrato no se dieron solamente en Guatemala. Aun cuando De León Saldaña viajó con su esposa y sus hijos, de 9 y 14 años, a Costa Rica, para estudiar una maestría, su sadismo no cesó.
Los golpes fueron tan fuertes que la mujer tuvo que ser recluida en un albergue en ese país, desde donde se comunicaron con su familia para que llegara a traerla.
Después de haber analizado todos los medios de prueba, la jueza contra el Femicidio que lleva el proceso decidió aceptarlos todos y enviar a juicio al acusado.
Sin embargo, debido a la carga de trabajo en los dos tribunales contra el Femicidio, el debate no se iniciará hasta el 14 de mayo del 2014, en el Tribunal Segundo correspondiente.