Justicia

Coronavirus: Extorsionistas exigen a sus víctimas cuotas acumuladas durante cuarentena

Las medidas implementadas para tratar de contener la expansión del coronavirus covid-19 llevó a suspender el servicio de transporte colectivo, sin embargo, la extorsión es un delito que no desapareció y solo se adaptó a las circunstancias.

Pilotos de buses han decidido suspender el servicio debido a las extorsiones. (Foto Prensa Libre: Julio Sicán)

Pilotos de buses han decidido suspender el servicio debido a las extorsiones. (Foto Prensa Libre: Julio Sicán)

 

Desde la Policía Nacional Civil (PNC), el Ministerio Público (MP) y la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), toda la información coincide en que las bandas criminales siguen operando y cobrando las extorsiones o bien, están haciendo una pausa, pero ya han advertido que los cobros extorsivos se acumularán.

 

 

Ante este panorama, transportistas han manifestado su temor por la presión que eso significa, que se agrega a sus ya menguados ingresos económicos que, por ahora, están suspendidos por la paralización de servicios a consecuencia del covid-19.

Propietarios de microbuses que circulan por la zona 15, por ejemplo, reconocieron que, aunque no han trabajado por 21 días, los pandilleros los llaman y envían mensajes de texto exigiéndoles la cuota a cambio de no asesinarlos cuando reinicien operaciones.

El grupo afectado agrupa a 17 propietarios que pagan Q3 mil 200 a cada uno de los cuatro grupos que les cobra extorsión por semana.

“Tenemos tres semanas de no trabajar, pero el lunes —16 de marzo— sacamos los buses, entonces nos cobraron la semana completa. Se les pagó y les dijimos que hasta que empezáramos de nuevo les íbamos a pagar. Quieren que se les reponga el dinero de los días que no hemos ido”, denunciaron los afectados.

Seguimiento policial

David Boteo, jefe de la División del Programa Nacional Contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas de la Policía Nacional Civil (Dipanda), explicó que de acuerdo con los seguimientos de las denuncias y casos que conocen, saben muy bien que ni los transportistas ni comerciantes tienen el dinero para pagar las extorsiones, porque no han laborado.

“Los extorsionistas están acumulando estas semanas para cobrarlas posteriormente. La situación es delicada, ellos —los extorsionistas— no perdonan estos cobros, van a imponer un plan de pago porque viven de este dinero”, advirtió Boteo, que dirige las investigaciones para frenar el desarrollo de las pandillas.

Las extorsiones siguen, aunque a un ritmo menor. El Ministerio Público (MP) informó que entre el 17 al 31 de marzo fueron recibidas 404 denuncias por extorsión, 93 menos que el mismo mes del año pasado. Según Raúl Figueroa, fiscal adjunto contra las extorsiones, se descubrió que las llamadas fueron realizadas principalmente por imitadores, personas que simulan ser pandilleros, desde las cárceles.

Los ingresos que provienen de extorsiones rara vez son bancarizados, lo que hace difícil su rastreo. -Foto de referencia- (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Boteo, que dirige además la unidad antiextorsiones de la PNC, afirmó que durante este tiempo también descubrieron a algunas mujeres que de forma regular reciben el pago de las extorsiones y que ahora siguen cobrando en nombre del pandillero la cuota, pero se la quedan para ella y esto podrían significar a corto plazo su muerte.

El jefe de la unidad policial también reconoce que con las restricciones de movilidad muchos pandilleros que habitualmente se mantienen ocultos han salido para presionar el pago de sus extorsiones, alto que a la Policía le ha permitido identificarlos y detenerlos.

“Los pandilleros han salido para cobrar la extorsión porque la necesitan. Son miembros de pandillas que no salen de sus escondites en días normales, han caído objetivos muy importantes”, reconoce Boteo, al tiempo que lamenta que sigan registrándose estos delitos en medio de una grave crisis sanitaria. “Aunque les digan a sus víctimas que les van a perdonar la renta es mentira, lo que van a hacer es acumular los pagos”, advirtió Boteo.

Consecuencias

Édgar Guerra, defensor del Usuario del Transporte Público de la PDH, explicó que la institución conoce que hay dos tipos de transportistas: los que están pagando las extorsiones, aunque no trabajen y los que están acumulando sus cuotas para que no los asesinen.

“Las personas denuncian, pero los casos son conocidos de forma muy lenta en el Ministerio Público”, indicó Guerra.

Otro fenómeno que contempla la PDH es que cuando se reanude el servicio de transporte colectivo en todo el país se incrementarán los ataques armados contra los transportistas y estos, para evitar los ataques, aumentarán el costo del pasaje al usuario. Además, habrá repunte en los asaltos en los buses.

“Nosotros creemos y trataremos de contener todas las represalias que vendrán en contra de las personas que no pueden pagar las rentas -extorsiones-”, dijo Boteo.

 

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